Vida, Esperanza y Verdad

Infantes sacrificados en ritual precolombino: ¿tienen estos niños esperanza?

Arqueólogos descubren más de doscientos niños sacrificados en un ritual que se llevó a cabo antes de la llegada de los colonizadores españoles. ¿Volverán a vivir y tener esperanza?

© AFP 2019 / Programa arqueológico Huanchaco

Arqueólogos en Perú descubrieron los restos de unos 250 niños sacrificados por la civilización precolombina Chimú. Eran niños de entre 4 y 12 años de edad, sacrificados entre los siglos XIII y XV, según informo la agencia estatal peruana Andina. Los arqueólogos afirman que los niños fueron sacrificados a los dioses en un intento por poner fin a los desastres naturales relacionados con el clima. Se hicieron cuatro sacrificios en masa entre 1200-1450 d.C., tres con niños y uno final con animales, informa Andina.

Los mayas y aztecas también sacrificaban humanos, pero esta práctica está lejos de ser exclusiva de los pueblos originarios de América. Hubo sacrificios humanos en otras partes del mundo. Para citar sólo un ejemplo, es bien conocido que el lugar donde se levanta hoy la famosa catedral de Notre Dame, en París, ha sido en el pasado lugar de adoración de los celtas, y sus rituales incluían también sacrificios humanos.

Reflexionemos sobre el futuro de estos niños y jóvenes, muertos sin conocer nada del Salvador ni de la Biblia. ¿Cuál es su destino? Es más, pensemos en los miles de millones que vivieron y murieron a través de los siglos y que en toda su vida jamás escucharon sobre el nombre de Jesucristo.

Un sólo camino de salvación

La Palabra de Dios enseña claramente que la vida eterna sólo le será concedida a quienes vienen ante el Dios verdadero, mediante la exclusiva participación de Jesucristo como Señor y Salvador. Si le pregunta a un sacerdote o un pastor evangélico sobre este tema, seguramente recibirá una explicación similar a ésta: "Si esas personas del pasado eran gente buena que practicaba su religión con sinceridad, y seguían su conciencia hacia el bien, seguramente un Dios de amor les concederá en misericordia la vida eterna".

¿Puede eso ser verdad? ¿Es eso lo que la Biblia realmente enseña? Hablando de Jesús, la Escritura declara: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12).

La Palabra de Dios enseña claramente que la vida eterna sólo le será concedida a quienes vienen ante el Dios verdadero, mediante la exclusiva participación de Jesucristo como Señor y Salvador. Es la única manera de comprender los requisitos que deben cumplir los seres humanos que deseen entrar en el Reino de Dios. Pablo afirma que los efesios, mientras eran paganos, estaban “sin esperanza” de salvación (Efesios 2:12).

Sin entender lo que es el verdadero arrepentimiento, sin fe en el Mesías y sin recibir el Espíritu Santo, los pueblos del mundo, de todas las edades, han divagado en confusión y caos. Quizá fueron paganos muy sinceros, pero seguían siendo paganos. Pudieron ser moralmente “buenos” según los cánones de su época, o pudieron seguir sus conciencias básicas sobre el bien y el mal, pero nada de ello les pudo haber llevado a la vida eterna. La conciencia no alcanza para saber qué está bien o mal, se necesita la revelación de la ley de Dios para comprender qué es y qué no es pecado (Romanos 7:7).

¿Quedarán entonces estos niños sacrificados, que nunca tuvieron una oportunidad de salvación, muertos para siempre? ¿Sería justo que Dios los condene a muerte eterna sin darles el conocimiento que otros sí tuvieron? ¿Qué de nuestros padres, abuelos y parientes que murieron sin entender ni creer jamás en la Biblia? ¿Están todos ellos, aunque no sea por su culpa, "perdidos" para siempre?

La respuesta está en las resurrecciones

Puesto que la idea pagana de la inmortalidad del alma se ha consolidado en el cristianismo tradicional y otras religiones, el concepto bíblico de “resurrección” ha sido minimizado por los sistemas de este mundo. Al fin y al cabo, si seguimos vivos después de muertos, ¿para qué sería necesaria la resurrección?

Al hablar sobre los primeros en resucitar, Juan escribió: “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar (…) Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección” (Apocalipsis 20:4-5).

La primera parte del versículo 5 es en realidad un comentario parentético, es decir, que iría entre paréntesis. Los signos de puntuación son un invento relativamente reciente. Los paréntesis no existían cuando se escribió la Biblia. El versículo debería leerse: "(Pero el resto de los muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron los mil años). Esta es la primera resurrección".

La oración: "Esta es la primera resurrección" se refiere a la resurrección con cuerpo espiritual de las primicias del plan de Dios, que ocurre al regreso de Cristo, inmediatamente antes de que comience el período de 1.000 años (versículos 4, 6).

Pero note además la primera oración en el versículo 5: "Pero los otros muertos [los que nunca tuvieron la oportunidad de comprender la verdad de Dios] no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años". Esta resurrección, que ocurre después de los 1.000 años, es una segunda resurrección. ¡Es una resurrección a vida mortal!

Segunda resurrección: Juicio del Gran Trono Blanco

Estas personas, “los otros muertos” (que no son parte de la primera resurrección) son resucitadas a juicio. “Y vi un gran trono blanco… Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros [Biblos en griego, “Biblia” en español] fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras” (Apocalipsis 20:11-12).

Las personas en esta segunda resurrección son aquellos que murieron en ignorancia espiritual en edades pasadas. Su tiempo de salvación ocurre después que resucitan, ¡en la segunda resurrección! Están allí los niños sacrificados en Perú, y miles de pueblos que vivieron en el pasado sin la revelación del Dios verdadero. También estarán allí mi madre, mi padre, mi abuelo y abuela, ¡también los de usted! ¡No están ardiendo en un infierno, ni tocando arpas en el cielo! Tienen esperanza, ¡aguardan la resurrección general!

La Biblia (los libros) se abrirá entonces al entendimiento de los miles de millones de personas que no pudieron conocer ni comprender el propósito y plan de Dios para ellos durante su vida anterior, que nunca habían sido llamados por el Padre ni habían recibido su Espíritu de entendimiento.

Algunos, dando por sentado que "juicio" significa sólo la pronunciación de una sentencia basada en el comportamiento pasado, han pensado que estas personas, incluso si se arrepintieran, no podrían hacer nada para alterar su destino. Afortunadamente, Dios es misericordioso, siempre está dispuesto a perdonar si hay verdadero arrepentimiento.

En este período de juicio, no sólo se abre la Biblia a la comprensión, sino que también se abre el Libro de la Vida (v. 12). ¡Estas personas tienen la oportunidad de recibir la vida eterna! Dios, en perfecta justicia, les dará la misma oportunidad de salvación que ahora está dando a quienes Él llama en esta era. Sin embargo, no estarán sujetos a la influencia de Satanás como lo estamos nosotros hoy, porque Satanás finalmente habrá sido enviado a su castigo eterno (Apocalipsis 20:10).

La enseñanza de Jesucristo

Jesucristo mencionó que volverán a la vida los pueblos de Tiro y Sidón, de Sodoma, el Nínive de tiempos de Jonás y finalmente menciona a la reina del Sur (Mateo 11:20-24; 12:41-42). Todos estos ejemplos de personas que vivieron en diferentes generaciones se comparan con los ciudadanos que vivían en las ciudades y pueblos de la época de Jesús, la gran mayoría de los cuales no entendió ni creyó en el mensaje del Salvador. ¡Jesús nos dice que todos deben resucitar con la generación que vivió durante su tiempo!

El Salvador dio suficientes ejemplos de personas que vivieron en épocas muy diferentes, para demostrar que la mayor parte de la humanidad una vez más estará viva al mismo tiempo en esta Tierra. Habrá hombres y mujeres de antes del diluvio, las 12 tribus de Israel, los que vivieron durante la Edad Media y la gran mayoría que vive ahora. Incluso los bebés y niños que tuvieron muertes prematuras, resucitarán en ese momento. Todos ellos resucitarán en la segunda resurrección porque Dios no los llamó durante su primera vida.

Este grupo incluye a todas las personas de todos los tiempos, excepto aquellos que ya habrán sido hijos de Dios, es decir, esas relativamente pocas personas que ya habrán tenido su oportunidad de recibir la vida eterna.

Jesús afirma que los pueblos antiguos que mencionó en Mateo 11 y 12 se hubieran arrepentido si Él hubiera venido personalmente a ellos en su época. ¡Pero finalmente se arrepentirán y recibirán el Espíritu Santo cuando resuciten en un mundo que habrá sido gobernado personalmente por el Mesías durante 1.000 años!

Su Biblia muestra que la gran mayoría de aquellos que alguna vez han vivido, finalmente nacerán en la familia de Dios, al final de su todavía venidero período de juicio. Con toda certeza podemos decir: el plan maestro de salvación de Dios para la humanidad tendrá éxito.

Dios todopoderoso no ha olvidado a su madre, ni a su padre o abuelos fallecidos… no ha olvidado a nadie. ¡Ellos se levantarán de sus tumbas y tendrán su primera oportunidad de vida eterna!

¡Qué maravillosa y tranquilizadora es la verdad de nuestro Dios Creador omnisapiente, amoroso y misericordioso!

Acerca del autor

Daniel Campos

Daniel Campos

Daniel Campos nació en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. De adolescente fue un apasionado lector de la publicación predecesora de la actual revista Discernir. Está casado con Norma Navarrete que es bibliotecaria escolar, oriunda de Bahía Blanca, Argentina.

Actualmente se desempeña como diácono y junto a su esposa viven en Buenos Aires, tienen cuatro hijos y pertenecen a la congregación local de la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial de esa ciudad.

Daniel se dedicó a la docencia por más de 30 años, siendo maestro de primaria y profesor de Historia y Geografía en enseñanza media y en colegios de adultos para estudios superiores. Ahora está jubilado de la docencia y disfruta más tiempo para dedicarse a lo que lo apasiona.

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