Vida, Esperanza y Verdad

Ser positivos en un mundo aproblemado

A todos nos gusta experimentar la agradable sensación de alegría, motivación o felicidad. Pero, ¿qué hacer cuando lo que falta es precisamente la motivación?

Ser positivos es una decisión personal de cada día. Ser positivos no depende de las circunstancias que suceden a nuestro alrededor. Depende en gran manera de la forma como decidimos enfrentarnos a esas circunstancias o situaciones.

Nuestra tendencia natural hacia el desánimo

Por más que queramos evitarlo, el mundo nos ofrece más malas noticias que buenas. Por eso es que nuestra actitud es determinante a la hora de percibir los sucesos y la forma de actuar hacia ellos.

Cada día quisiéramos poder estar en control de todo lo que sucede a nuestro alrededor, pero esto es una tarea muy difícil de lograr, ya que son muchos los factores que inciden y alteran los resultados deseados. Muchas veces nos damos cuenta que trabajar diariamente para controlar las variables, simplemente crea más angustia, stress, ansiedad y frustración.

Pareciera ser que cada vez que nos desequilibramos emocionalmente, atraemos cual imán un sin número de complicaciones muchas veces de manera repentina, que son difíciles de comprender, porque alteran la tranquilidad. Un diagnóstico de una enfermedad grave, un choque en automóvil, un incendio que consume nuestra casa, verse en medio de un asalto a mano armada, la pérdida de un trabajo, una pelea matrimonial o familiar, verse enfrentado al hecho de que ya no estamos tan jóvenes, de tal manera que las limitaciones físicas comienzan a ser relevantes para el desarrollo de nuestras actividades. Estos son algunos de los factores que más nos desequilibran y generan agobio, desánimo y falta de motivación.

Las redes sociales con frecuencia nos suministran mensajes y reflexiones que logran animar la conciencia y la difícil carga de emociones que llevamos dentro. Pero, así como rápido vienen, sus efectos también se van rápido y finalmente volvemos a la sensación de incertidumbre y desestabilización.

Darnos cuenta que somos frágiles y vulnerables no nos brinda un estado de motivación y alegría, sino más bien de tristeza e inseguridad. Entonces, ¿qué hacer?

Encontrando el camino de la paz

Lo que sí es claro es que cuando uno tiene una actitud positiva frente a las situaciones difíciles, más fácil será encontrar paz y equilibro personal. Más aún, cultivar una actitud positiva ayudará poderosamente a salir adelante más fácilmente.

Las circunstancias difíciles son los eventos que marcan el carácter y las que ponen a prueba nuestra persona. Las emociones como el enojo, la frustración, el dolor, el desánimo, son sentimientos legítimos que nos surgen producto de una situación inesperada. Evadir este sentimiento no nos ayuda a solucionar el problema, sino que aumenta el dolor, la depresión o la frustración, lo que, a su vez, provoca una mayor sensación de desgaste anímico. No se puede evitar el dolor, aunque uno quiera.

Las circunstancias difíciles son los eventos que marcan el carácter y las que ponen a prueba nuestra persona. Así que, en vez de simplemente afectarnos y desanimarnos con lo que nos está sucediendo, convirtamos estas circunstancias en “verdaderos maestros especiales y necesarios” para que nos enseñen a ver la vida con sentido de propósito, renovación, superación y crecimiento.

Ser positivos aun cuando las cosas se pongan negras, es quizás la mejor elección que uno puede tomar.

Fortaleciendo el carácter espiritual

En Santiago 1:2-4 el apóstol nos señala: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Más tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos (completos) y cabales, sin que os falte cosa alguna”.

Quizás suene contradictorio, pero, ¿se puede estar alegres cuando la estamos pasando mal? Aquí vemos que Dios nos está enviando un potente mensaje de esperanza y luz del por qué suceden las cosas. Si decimos que Dios está en control de todo, entonces, ¿cuál es la parte en donde nos desconcentramos y comenzamos a perder de vista que hay una obra perfecta que se ha puesto en marcha para llevarnos a un mejor nivel en el desarrollo espiritual y de carácter en nuestra vida?

Romanos 8:28 añade: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.

No podemos amar a Dios y al mismo tiempo dudar de los propósitos perfectos que él está guiando y alcanzando para nuestras vidas. Pongamos las cosas en la perspectiva correcta. Si dudamos de Dios, entonces, ¿a quien más le vamos a creer o en quién más nos vamos a apoyar. ¿Hay algún otro dios alternativo en el universo que sea más poderoso y a quien podamos recurrir?

Las circunstancias difíciles nos obligan a cambiar. Es imposible vivir esta vida sin pasar por tormentas. Pero nuestra actitud positiva nos ayudará a aprender a ser mejores navegantes con cada nueva tormenta. Tenemos de nuestro lado al Dios supremo, al soberano y dueño de toda la creación, quien verdaderamente está en control de todo y que ha decidido llevar a cabo un plan precioso de formación personal y espiritual para nosotros.

Por lo tanto, reflexionemos en las siguientes recomendaciones:

  1. Aceptemos la situación. Comprendamos que hay un plan que está en marcha y que nada ha quedado al alzar para Dios. Aceptar la situación es el primer paso para disponer nuestra mente y corazón para que Dios comience a trabajar poderosamente en nosotros.
  2. No nos sobre-angustiemos. Recuerde: si dudamos de Dios, entonces, ¿a quién vamos a recurrir? Pidamos a Dios la paz en medio de la tormenta (Juan 8:23-27). Por lo tanto, es tiempo de que aprendamos a confiar, con toda certeza y sin incertidumbres, en cada uno de los propósitos que Dios está llevando en nosotros. El resultado final de todo este proceso es uno solo… nuestra perfección.
  3. No perdamos de vista la meta espiritual. El Maestro perfecto nos está enseñando a ser mejores navegantes. Pero no es sólo eso. Dios está preparándonos para servir a otros de manera poderosa a través de un plan de formación que incluirá también a toda la humanidad. Dios nos ha invitado a formar parte del plan de sanación más grande y sublime que se llevará a cabo para toda la humanidad cuando Jesucristo retorne a la Tierra. ¿Desea usted ser parte de ello? Este es el momento de aprender, ensayar y fortalecernos. No perdamos de vista la meta espiritual del Reino.
  4. Trabajemos en nosotros la paciencia y la esperanza. Volvamos a la escritura de Santiago 1: 4, “Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos (completos) y cabales, sin que os falte cosa alguna”. En la medida que dejamos el miedo a un lado y le decimos a Dios: “no comprendo aún por qué me están pasando todas estas cosas, pero aquí voy. Me entrego en tus santas y poderosas manos para que me guíes y lleves a cabo tu obra en mi”, entonces Dios realizará su trabajo con más alegría, y la sensación de tribulación dará paso a una gran sensación de oportunidad de crecimiento, la cual dará como resultado el “sumo gozo” (Santiago 1:1).
  5. Entreguémonos tranquilamente en las manos de Dios. Nuestra naturaleza humana siempre se resistirá a confiar en algo o alguien a quien no vemos. Precisamente por ello es que Dios trabaja como lo hace, para ayudarnos a desarrollar fe viva. “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1). Qué hermoso regalo de Dios es el llevarnos a desarrollar una fe viva. Recordemos algo: las lecciones que se aprenden en los momentos difíciles no se disfrutan, pero jamás se olvidan.

Poner en la perspectiva correcta lo que Dios está llevando a cabo en nuestras vidas, nos ayuda poderosamente a salir del estado de desánimo, tristeza o frustración en el que nos encontramos. Junto con ello, nos genera una verdadera y profunda sensación de respiro, aliento y fuerzas, sabiendo que hay propósitos grandiosos y sublimes que Dios esta llevando a cabo en nosotros.

Hebreos 12:11 dice: “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados”.

No deje de visitar nuestro sitio de internet www.vidaesperanzayverdad.org para conocer cuál es el significado de la vida y cuál es el verdadero propósito que Dios tiene para nosotros.

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Ponga a prueba su carácter

El carácter se ve reflejado en lo que hacemos, pero, ¿son nuestras acciones únicamente el resultado del carácter? Desarrollar un carácter según Dios nos obliga a reconocer la importancia del contexto.

Acerca del autor

Sergio Carvajal

Sergio Carvajal

Sergio Carvajal nació y vive en la ciudad de Santiago en Chile. Es casado con Vanesa Navarrete desde el año 2004. Tienen dos hijos varones, Sebastián y Tomás.

Sus padres llegaron a la Iglesia de Dios en el año 1975 cuando él tenía 3 años. La guía y ejemplo de ellos le sirvieron de fundamento para vivir esta vida con sentido y preparación para la nueva vida en el Reino de Dios.

Aprender a confiar y sostenerse en Dios cada día, como viendo al invisible, se ha convertido en su convicción más profunda. Mirando hacia atrás, y ver todas las experiencias que ha tenido en la vida, difíciles o no, han sido muy necesarias en la vida de Sergio y forman parte del propósito que Dios ha trazado para su vida.

Ha participado de los Clubes de Oratoria y Graduados desde el año 1986 hasta el presente. En el año 2019 fue ordenado diácono.

Sus hobbies son estar con la familia, escuchar buena música y cantar en el coro de su congregación.

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