¿Tiene más valor la sabiduría que el oro?

¿Cuáles son los motivos que tuvo Dios para decir en Proverbios 16:16 "Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; y adquirir inteligencia vale más que la plata"?

Esta pregunta es un excelente desafío para todos nosotros. Si la pregunta fuera: ¿qué preferimos: oro o sabiduría?, quizás todo el mundo escogería el dinero. Por lo tanto, es necesario analizar los motivos que tuvo Dios para hacer una afirmación extraña que se encuentra en su Palabra: “Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; y adquirir inteligencia vale más que la plata” (Proverbios 16:16).

¿Cuánto vale el oro?

Hablar de oro siempre implica riqueza, brillo y lujo. Aunque está difundida la producción de oro en todo el mundo, sólo cinco países proporcionan el 90 % de la producción mundial.

La mayor producción de oro en el mundo corresponde a Sudáfrica, con un 66,9 % del total de la producción mundial. Rusia es el segundo productor, con un 12,5 % del total. Le siguen Canadá y Estados Unidos. Como dato curioso, una mina rica en oro rinde unos 55 gramos de este metal precioso por cada tonelada de roca extraída.

Extraer oro es un proceso muy lento y costoso. El oro puro se mide en onzas, siendo una onza el equivalente a 28,34 gramos y tiene un valor actual de mercado de 1.762 dólares, aproximadamente, lo que implica que para comprar un kilo de oro se necesitan aproximadamente 62.173 dólares.

Aunque el oro es muy preciado, con un valor que aumenta con el tiempo, no tiene una utilidad práctica, salvo en la joyería. Warren Buffett, estadounidense, considerado quizás el mejor inversionista de la historia dijo: “El oro es extraído de la tierra en África, o en algún lugar. Luego lo derretimos, cavamos otro agujero, lo enterramos de nuevo y le pagamos a la gente para que cuide el agujero. El oro no tiene mucha utilidad práctica. Cualquiera que mirara al oro y su utilidad desde el planeta Marte, se rascaría la cabeza y se reiría de todo el valor que le damos nosotros”.

¿Cuánto vale la sabiduría?

En la Biblia se habla del oro varias veces, pero más se habla de la sabiduría, como uno de los mejores bienes que un hombre debe adquirir. Varios personajes bíblicos reconocieron el valor de la sabiduría por sobre el oro y por sobre las piedras preciosas. Notemos la pregunta que se hace el patriarca Job: “Más ¿dónde se hallará la sabiduría?… no conoce su valor el hombre, ni se halla en la tierra de los vivientes… no se dará por oro, ni su precio será a peso de plata. No puede ser comprada con oro de Ofir, ni con ónice precioso, ni con zafiro. El oro no se le igualará, ni el diamante, ni se cambiará por alhajas de oro fino… La sabiduría es mejor que las piedras preciosas. No se igualará con ella el topacio de Etiopía; no se podrá comprar con oro fino” (Job 28:12-19).

Cuando Dios dijo “mejor es adquirir sabiduría que oro preciado”, Él puso en la balanza a la sabiduría por encima del oro, como preferible y conveniente para todos nosotros, estableciendo su valor inclusive por encima de todo lo que el hombre considera como tesoro. ¡Qué increíble afirmación de Dios quien desea lo mejor para nosotros!

¿Qué es la sabiduría?

El sentido que la Biblia le da a la sabiduría es como un atributo basado en el conocimiento, el entendimiento y la aplicación de la Palabra de Dios.

En la Biblia se habla del oro varias veces, pero más se habla de la sabiduría, como uno de los mejores bienes que un hombre debe adquirir.

La sabiduría ayuda para que, a través del conocimiento y el entendimiento, podamos resolver nuestros problemas, tomar buenas decisiones, evitar peligros, proyectar metas y aconsejar a otros correctamente. La sabiduría es lo opuesto a la insensatez, tontería, falta de cordura, estupidez y locura.

La sabiduría posee muchos beneficios, reales y cotidianos, que dan la razón a Dios para escogerla como mejor alternativa que el oro mismo.

Tres importantes aspectos del oro

1. El oro es limitado en el mundo.

Según un estudio realizado desde el Consejo Mundial del Oro, se estima que, a lo largo de la historia, la minería ha extraído un total de 201.296 toneladas de oro y a la fecha ya hay muy pocas reservas.

2. Tiene un valor muy variable en el tiempo.

De acuerdo con datos publicados por el Consejo Mundial del Oro, la onza de este metal estaba valorada en 36,2 dólares a comienzos de 1970. En 2019, la misma cantidad de metal alcanzaba un precio de 1.300 dólares.

3. Es muy difícil de extraer.

El stock subterráneo de reservas de oro se estima actualmente en alrededor de 50.000 toneladas, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.

Esto significa que, en base a estas cifras aproximadas, todavía queda por extraer alrededor del 20 % del total. Lo que queda en el subsuelo es muy difícil de extraer, ya que está en lugares muy poco accesibles.

La misma entidad menciona: "La minería se está volviendo más difícil en el sentido de que muchas de las minas grandes y de bajo costo, y las más antiguas, como las de Sudáfrica, están al borde del agotamiento y con poca capacidad para extraer lo que hay".

Tres importantes aspectos de la sabiduría

1. La sabiduría es ilimitada.

El apóstol Pablo describió a la sabiduría de forma muy elocuente: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque, ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén” (Romanos 11:33-36).

Pablo destaca lo profunda que es la sabiduría. También destaca lo insondable y lo inescrutable que ella es. Pablo enfatiza a la sabiduría como algo que es imposible de medir, numerar, comprender o explorar completamente. Estos términos juntos le agregan grandeza e infinitud a la sabiduría, ya que ella es parte de la esencia de Dios.

Sí, la sabiduría vale más que el oro “porque fortalece al sabio más que diez poderosos que haya en una ciudad” (Eclesiastés 7:19).

No hay duda de que Dios le da valor y bendición a todo el que se dedica a adquirir sabiduría.

2. Tiene un valor incalculable.

Salomón, quien pidiera a Dios sabiduría para dirigir al pueblo, en lugar de riquezas, escribió los libros de los Proverbios y Eclesiastés y resaltó el valor de la sabiduría al escribir lo siguiente: “Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel. Para entender sabiduría y doctrina, para conocer razones prudentes, Para recibir el consejo de prudencia, Justicia, juicio y equidad; para dar sagacidad a los simples, y a los jóvenes inteligencia y cordura. Oirá el sabio, y aumentará el saber, y el entendido adquirirá consejo, para entender proverbio y declaración, Palabras de sabios, y sus dichos profundos. El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza” (Proverbios 1:1-6).

Aquí vemos un capital de sabiduría ilimitado. Esto es lo que produce la sabiduría si uno la desea y la busca más que al oro:

  • Da entendimiento de la doctrina de Dios.
  • Nos aconseja para conocer las razones prudentes.
  • Nos ayuda para recibir consejo de prudencia, de juicio, justicia y equidad.
  • Da sagacidad a los simples.
  • A los jóvenes les da inteligencia y cordura.
  • Da entendimiento para comprender los proverbios.
  • Ayuda a entender las palabras de los sabios y sus dichos profundos.

3. Es fácil de obtener. Está al alcance de la mano.

Nuestro Creador afirma que quienes buscan la sabiduría, serán más ricos que cualquier hombre.

Dios dice claramente que es mejor adquirir sabiduría que oro. Él ofrece la sabiduría gratuitamente ya que es quién la administra: “Porque el Eterno da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. Él provee de sana sabiduría a los rectos; Es escudo a los que caminan rectamente. Es el que guarda las veredas del juicio, y preserva el camino de sus santos. Entonces entenderás justicia, juicio y equidad, y todo buen camino” (Proverbios 2:6-9).

Dios mismo sugiere que no nos olvidemos de adquirir sabiduría, antes que cualquier otra cosa. Él nos dice que no la dejemos, que la amemos, que la engrandezcamos y honremos, para que ella nos conserve, nos guarde, nos engrandezca y nos honre (Proverbios 4:5-9).

Nuestro Creador afirma que quienes buscan la sabiduría, serán más ricos que cualquier hombre. Él afirma que es bienaventurado el hombre que halla la sabiduría y asegura que este hombre prosperará y que en lo que emprenda tendrá éxito y todas sus veredas tendrán paz. ¡Qué gran tesoro es la sabiduría!

Arthur Schopenhauer, filósofo alemán dijo: “La riqueza es como el agua salada; cuanto más se bebe, más sed da”. La riqueza física nunca satisface del todo. Pero Dios nos quiere hacer ricos en sabiduría e inteligencia espiritual, porque llegar a tener la sabiduría de Dios nos asegura la paz, la bondad, la misericordia y los buenos frutos.

Acerca del autor

Álvaro Matamala

Alvaro Matamala

Álvaro Matamala es Ingeniero en Administración de Empresas. Casado con Fabiola Jaufrett Silva. Tiene seis hijos: tres hombres y tres mujeres. Algunos de ellos ya están casados y le han dado, hasta ahora, cinco nietos hermosos.

Llegó a la Iglesia de Dios en el año 1985 e inmediatamente ingresó a los Clubes de Oratoria. Le gusta la lectura y el estudio de diferentes temas relacionados con la historia y la geopolítica internacional.

Álvaro trabajó, por casi 30 años, como gerente en diversas empresas en Santiago de Chile y en los últimos años estableció su propio negocio de publicidad.

Fue ordenado como ministro en el año 2015 y desde el año 2020 trabaja a tiempo completo para la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial en Chile, sirviendo a las congregaciones de Curicó, Talca y San Carlos.

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