Vida, Esperanza y Verdad

Tragedia y dolor. ¿En dónde está Dios cuando esto sucede?

Más de 250 personas fallecidas es el recuento del terremoto de 7,1 que sacudió con fuerza a la capital de México y otros cuatro estados.

México volvió a temblar con fuerza por segunda vez en dos semanas. Un sismo de magnitud 7,1 sacudió este martes el centro del país. Al menos 250 personas han fallecido en diferentes zonas, según la Agencia de Protección Civil, aunque la cifra se incrementa con el paso de las horas.

El sismo se produjo el mismo día en que se cumplían 32 años de la peor tragedia que había vivido el país: el terremoto que causó cerca de 10.000 muertos en 1985.

A las 13:14, hora local de México, el suelo volvió a retumbar, apenas 10 días después del terremoto de mayor magnitud (8,2) en el sur del país. El de este martes, con epicentro en los límites de Morelos y Puebla, fue menor, de 7,1 en la escala de Richter, pero su proximidad a la capital ha provocado que los daños sean mucho mayores.

El caos y el pánico se apoderaron de la ciudad. Más de 40 edificios se vinieron abajo, entre ellos dos escuelas. En una de ellas, el presidente del país, señor Enrique Peña Nieto, confirmó que habían muerto al menos 21 niños y otros 30 seguían desaparecidos. A última hora de la noche del martes, la ciudad seguía herida, pero no cesaban los trabajos de rescate para tratar de sacar sobrevivientes de los escombros. La solidaridad de los ciudadanos, que se echaron a las calles para colaborar con los damnificados, ha sido literalmente imparable.

En los barrios de Roma y Condesa, la zona más afectada de la ciudad, y que también sufrió mucho la tragedia de 1985, el temblor golpeó con gran dureza. La avenida Ámsterdam, una calle circular de Condesa, era hasta últimas horas de la tarde, una continua cadena humana que trataba de colaborar con los afectados por el colapso de varios edificios.

La capital amaneció con el recuerdo del terremoto de hace más de tres décadas. Y como suele ser habitual cada 19 de septiembre, se realizó un simulacro de evacuación en la Ciudad de México. Dos horas después del ensayo, las alarmas sísmicas no saltaron, a diferencia de lo que ocurrió hace dos semanas. La mayor parte de los sensores están situados en zonas costeras, no en el interior del país.

Los terribles huracanes

Por otra parte, continua la ola de huracanes en el Caribe. Esta semana ha sido el turno del Huracán María, el cual dejó grande destrucción en Puerto Rico y alrededores. “María” salió de Puerto Rico dejando la isla arrasada y aún en alerta por inundaciones. La electricidad regresará a la isla en forma total hasta dentro de aproximadamente seis meses.

El mandatario, Ricardo Rosselló, indicó que el huracán dejó "daños severos" y alerta de inundaciones "con riesgo para la vida". El país caribeño no vivía un ciclón tan fuerte desde 1928. Las pérdidas son enormes y hundirán aún más su economía en bancarrota.

Lluvias torrenciales, ríos y embalses desbordados, marejadas ciclónicas de dos metros, olas de ocho metros, árboles por los aires, ventanas estallando, 100 por ciento de las casas sin electricidad y problemas generalizados de telecomunicaciones ha sido el producto del paso del huracán María, con sus devastadores vientos de más de 200 kilómetros por hora.

El diario local “El Nuevo Día” mencionó la destrucción casi completa de zonas residenciales; ventanas de hospitales reventando y pacientes resguardándose en pasillos; calles anegadas; el techo de un refugio "en pedazos"; toda clase de objetos volando por los aires y latigazos de agua comparables a una "manguera de presión"; y un horizonte a oscuras para todo un país.

La alcaldesa de la capital San Juan (de 390.000 habitantes), señora Carmen Yulin Cruz, ha afirmado que podrían estar largo tiempo sin luz. El gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, ha publicado en Twitter su petición a Donald Trump de que declare a Puerto Rico de inmediato "zona de desastre".

Todo lo anterior se suma a los desastres del paso del Huracán Irma por el Caribe y el sur de la Florida en Estados Unidos hace dos semanas, como así también a la alarmante preocupación por la constante fricción y posible guerra entre Estados Unidos y Corea del Norte...

¿Es Dios un Dios insensible, falto de misericordia y que está ajeno al dolor humano?

Veamos qué nos dicen las Sagradas Escrituras acerca de cómo siente Dios cuando sufrimos. En Joel 2:13 el profeta nos enseña un mensaje muy importante de parte del Creador: “Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos al Eterno vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo”.

Dios está mostrando a todo el mundo el poder de su magnificencia para llamar su atención y tratar de llevarlos al arrepentimiento. La pregunta es: ¿tendrá la humanidad la voluntad y el oído atento a escuchar lo que Dios nos quiere decir? Y aún más… ¿tendrá la humanidad la capacidad de creerle a Dios y cambiar su manera de vivir?

Veamos lo que la misma Biblia nos dice al respecto en Apocalipsis 9:20-21: “Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aún así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos”.

¿Cómo fue que el mundo se metió en tremendo caos? ¿Hay forma de salir de ello? En nuestros artículos de Vida, Esperanza y Verdad, “¿Por qué el mundo está en caos?” y “Tiempos de refrigerio: ¿cómo van a venir?” usted podrá encontrar grandes respuestas para estas y muchas otras interrogantes.

Acerca del autor

Sergio Carvajal

Sergio Carvajal

Sergio Carvajal nació y vive en la ciudad de Santiago en Chile. Es casado con Vanesa Navarrete desde el año 2004. Tienen dos hijos varones, Sebastián y Tomás.

Sus padres llegaron a la Iglesia de Dios en el año 1975 cuando él tenía 3 años. La guía y ejemplo de ellos le sirvieron de fundamento para vivir esta vida con sentido y preparación para la nueva vida en el Reino de Dios.

Aprender a confiar y sostenerse en Dios cada día, como viendo al invisible, se ha convertido en su convicción más profunda. Mirando hacia atrás, y ver todas las experiencias que ha tenido en la vida, difíciles o no, han sido muy necesarias en la vida de Sergio y forman parte del propósito que Dios ha trazado para su vida.

Ha participado de los Clubes de Oratoria y Graduados desde el año 1986 hasta el presente. En el año 2019 fue ordenado diácono.

Sus hobbies son estar con la familia, escuchar buena música y cantar en el coro de su congregación.

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