Guerras culturales

La historia nos muestra que las culturas entran en conflicto inevitablemente, ¿pero, por qué los musulmanes radicales están tan enojados contra los Estados Unidos? ¿Cómo podrá este mundo encontrar al fin la paz?

Todo el mundo tiene una visión del mundo basado en sus creencias religiosas: cómo se inició el mundo, qué pasa cuando morimos y cómo determinar el bien y el mal. Nuestra perspectiva de estos temas, que está influenciada por nuestra familia, amigos, religión, educación y medios de comunicación, determinan nuestros valores. Debido a la diversidad de creencias que tiene la gente, hay un choque de ideas que puede desencadenar guerras culturales.

En los Estados Unidos, algunas personas sugieren que en 1960 se inició una guerra cultural entre los norteamericanos como consecuencia de la desconfianza frente a las autoridades y la gran aceptación que tuvo el deseo de la liberación sexual entre la generación más joven. Otros creen que el choque por los valores en Estados Unidos empezó en 1920 —a menudo se conoce esta época como los felices años veinte o años locos— debido al esfuerzo por liberalizar ciertos estándares de conducta previamente establecidos.

Más recientemente, mucho se ha hecho en los llamados estados rojos, en los que una mayoría vota por los republicanos (que representan los valores tradicionales) en las elecciones de los Estados Unidos, contra los estados azules, en los que una mayoría vota por los demócratas (que representan valores más liberales/progresistas). Las diferencias en los valores actuales se pueden encontrar en los partidos políticos de casi todos los países democráticos.

En Europa, la violencia y la controversia han estado presentes en los enfrentamientos por la ley islámica (o ley sharia), ya que los inmigrantes musulmanes exigen que su ley debe tener prioridad sobre las leyes de la nación en la que habitan. Y los acontecimientos recientes en Ucrania han dejado ver una división entre ciudadanos pro-occidentales y aquellos que son leales a Rusia.

¿Cuándo comenzaron los choques culturales?

Dadas las emociones tan intensas que se están involucradas cuando las personas con diferentes valores se esfuerzan por promover sus ideas (a menudo a expensas de la minoría), una pregunta lógica que nos podríamos hacer es, ¿cuándo comenzaron estos enfrentamientos?

La respuesta la encontramos al principio de la civilización humana. Después de crear a Adán y Eva, Dios puso a los primeros humanos en el Jardín del Edén y les dijo que no comieran del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal (Génesis 2:15-17). Este árbol representaba a los seres humanos tomando sus propias decisiones de cómo vivir aparte de las instrucciones de Dios.

A pesar de su escasa experiencia y de la advertencia contraria que les dio su Creador, ellos decidieron creerle a la serpiente, llamada Satanás (Apocalipsis 12:9), quien les dijo que Dios les estaba mintiendo. Satanás entonces, influenció los primeros seres humanos para que escogieran un estilo de vida diferente al que Dios les estaba proponiendo para su propio bien. Para más información acerca del simbolismo de este trágico conflicto de valores y su significado para nosotros hoy en día, vea “Adán y Eva y los dos árboles” y “El árbol de la vida”.

El conflicto de valores entre Dios y el mundo influenciado por Satanás ha estado presente desde entonces (Apocalipsis 12:9). Por supuesto, hoy en día los choques son mucho más grandes que simplemente el punto de vista de una familia o una sola nación. Hojeando unas pocas páginas de historia se evidencian algunas de las batallas y rencores entre culturas.

En el primer siglo, la época en que Jesús estableció su Iglesia, había un conflicto entre judíos y gentiles. Durante el tiempo de las cruzadas, la guerra cultural era una guerra literal a medida que los cristianos pelearon con los musulmanes por el control de la Tierra Santa. Los cristianos se creyeron libertadores, mientras que los musulmanes consideraron que los cristianos eran invasores impíos.

Actualmente, una de las guerras culturales más inquietantes es el conflicto de valores que se presenta entre los judíos que viven en la nación moderna de Israel y los pueblos que habitan en las naciones árabes vecinas. Ya que está profetizado que Jerusalén va a estar en el medio de un conflicto en el tiempo del fin, que va a involucrar a las naciones del mundo (Zacarías 12:3; 14:1-2), analicemos un poco el origen y algunas de las razones del conflicto actual árabe-israelí.

La rivalidad árabe-israelí

La Biblia muestra que los judíos y los árabes están relacionados a través de un ancestro en común: un hombre llamado Abram, que más adelante seria llamado Abraham. La Biblia se enfoca en los dos primeros hijos de este patriarca, uno llamado Ismael, que nació de la criada de su esposa (Agar); y el otro Isaac que nació de su esposa, Saraí (quien después fue llamada Sara). Ismael se convirtió en el padre de todos los pueblos árabes e Isaac fue el abuelo de Judá, el ancestro por el cual reciben su nombre los judíos.

Abraham amó a sus dos hijos, pero Dios ya había determinado previamente que las grandes promesas de un salvador para la humanidad y de la grandeza nacional de los descendientes de Abraham se cumplirían principalmente a través del hijo que les dio a Abraham y Sara a una edad muy avanzada (Génesis 12:1-3; 17:15-19). La bendición del Mesías vendría a través de los descendientes de Isaac, así como la bendición de Sara, de ser madre de “naciones” (Génesis 17:16).

Aunque Ismael también se convirtió en padre de “naciones” (Génesis 25:16), Isaac fue el hijo prometido por Dios para heredar las promesas de Dios a Abraham (Gálatas 4:22-28). Para información adicional, vea “Bendiciones de Abraham: cómo llegaron a ser de los Estados Unidos” y los artículos de la sección “Las 12 tribus de Israel”.

Como era de esperarse en un hogar con un esposo y dos madres con hijos (lo que iba en contra de las instrucciones que Dios había dado para el matrimonio, que debía ser la unión de un hombre con una mujer, Génesis 2:24), la fricción entre Agar y Sara no se hizo esperar. Como resultado, Agar y su hijo Ismael fueron alejados de Abraham y Sara (Génesis 21).

La enemistad familiar entre Ismael e Isaac continua hasta ahora por los rencores entre judíos y árabes. Como descendientes de Abraham, cada uno reclama la tierra de Canaán, que fue dada a Abraham como “heredad perpetua” (Génesis 17:7-8).

¿Por qué los militantes musulmanes odian a los Estados Unidos?

La religión musulmana es similar a la corriente principal del cristianismo y del judaísmo, ya que profesan la creencia en un solo Dios y en los profetas de la Biblia. Una de las mayores diferencias es que los musulmanes consideran que Mahoma, el fundador del Islam, es el más importante y último profeta de Dios —un punto de vista que no comparten ni los cristianos ni los judíos.

Uno pensaría que estas tres religiones podrían coexistir en paz debido al respeto mutuo que tienen por la Biblia. Pero desafortunadamente, se ha comprobado que éste no es el caso.

Las tres religiones han tenido seguidores fanáticos que han abogado y justificado el maltrato de aquellos que son diferentes de ellos. Por ejemplo, en el mundo musulmán, en el siglo XVIII un hombre llamado Muhammad ibn-Abdul Wahhab fundó una secta musulmana suní llamada Wahabí. Esta secta fundamentalista promueve una rama extremista del Islam, violenta y fanática.

El wahabismo es la religión líder en Arabia Saudita y tiene seguidores en muchas naciones vecinas. Los terroristas responsables de la destrucción del World Trade Center el 11 de septiembre de 2001, y la mayoría de los terroristas musulmanes, han estado asociados a esta rama del Islam.

Teniendo en cuenta lo que enseña la Biblia, sabemos de antemano quiénes serán los ganadores de las guerras culturales de hoy en día. Aquellos que escojan y vivan de acuerdo con el camino de vida de Dios, serán los ganadores. Y Dios va a extender la invitación a todos para que sean ganadores. Por supuesto, no todos los musulmanes están de acuerdo con la violencia perpetrada por sus hermanos musulmanes en contra de los no creyentes.

El Proyecto de Investigación de Actitudes Globales de Pew encontró en una encuesta entre musulmanes de 11 países y territorios, que el 67 % de las respuestas afirmaban estar “muy preocupados o preocupados en algún grado por el extremismo islámico”. Aun así, existen varias razones subyacentes de por qué tantos musulmanes no sienten respeto por los Estados Unidos.

Debido a que los Estados Unidos apoyan al estado de Israel, que tiene una larga historia de conflicto con los palestinos, muchos musulmanes odian o al menos desconfían de los Estados Unidos. La cultura norteamericana que permea las sociedades musulmanas a través de la televisión, películas y pornografía, es otra de las razones por la cual muchos odian a los Estados Unidos.

Los shows y las películas de la televisión occidental continuamente exhiben actores ligeros de ropas y promoviendo la inmoralidad. Estas influencias claramente minan la unidad familiar y los valores bíblicos. Mientras que muchos norteamericanos no están de acuerdo con los valores promovidos por la industria del entretenimiento, personas que viven en otros países en donde las noticias y las opiniones están controladas estrechamente por los gobiernos, a menudo no se dan cuenta de esto. Con una información tan limitada, a menudo pareciera que todas las personas que viven en Estados Unidos, vivieran de la forma en que las películas de Hollywood y la televisión las presentan.

Otra de las razones por la cual muchos odian a los Estados Unidos, es por su prosperidad y riqueza. Muchos tienen envidia de las bendiciones que han sido otorgadas a los descendientes de Abraham a través de su hijo Isaac y que pasaron a través de José el nieto de Isaac (Génesis 49:22-26). Para información adicional acerca de cómo podemos rastrear la identidad nacional de América, vea el artículo “Las 12 tribus de Israel en la actualidad”.

Los ganadores de las guerras culturales

El choque de culturas que comenzó en el Jardín del Edén está destinado a terminar con el regreso de Jesucristo y el establecimiento del Reino de Dios en la Tierra. Cuando Cristo regrese a la Tierra, la Biblia dice que no será recibido amablemente por los líderes gubernamentales ni será invitado a tomar control de sus países. En lugar de eso, “todas las naciones” se van a reunir para “pelear contra Jerusalén” y “el Eterno saldrá y peleará contra aquellas naciones” (Zacarías 14:2-3).

Por supuesto esta batalla será una victoria dispareja para Jesús, que es descrito en un estado glorioso, viniendo del cielo sobre un caballo blanco para juzgar y pelear la batalla (Apocalipsis 19:11-12). Los reinos de este mundo entonces se van a convertir a “nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 11:15).

Cuando Cristo asuma su posición como “Rey de Reyes y Señor de Señores” (Apocalipsis 17:14), Él no va a conformar una sociedad en la que se aceptan pacíficamente todos los puntos de vista. En vez de eso, el Reino que Cristo va a administrar estará marcado por una aceptación generalizada de un camino de vida —el camino de vida de Dios— eso traerá felicidad, paz y prosperidad para todos.

Cristo no va a quitarle el libre albedrio a la gente, pero es muy probable que casi todas las personas escogerán voluntariamente el camino de vida de Dios. Varios factores —incluyendo el encadenamiento de Satanás para que no pueda seguir engañando a las personas (Apocalipsis 20:1-3), la enseñanza del conocimiento espiritual verdadero (Isaías 11:9), y los resultados tangibles que se verán en los pueblos y naciones de acuerdo con su obediencia o desobediencia a Dios (Zacarías 14:16-19) — ayudarán para que la gente vea que escoger el camino de vida de Dios es en realidad la mejor opción.

Por estos factores y con el nombramiento de líderes justos (Apocalipsis 5:10), las necesidades y preocupaciones de la gente van a ser atendidas amable y apropiadamente. Este enfoque refleja lo que Jesús dijo durante su ministerio humano: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). Ese “descanso” en paz que los seres humanos anhelamos por fin se dará durante un periodo de tiempo de 1.000 años, justo después del regreso de Cristo.

Teniendo en cuenta lo que enseña la Biblia, sabemos de antemano quiénes serán los ganadores de las guerras culturales de hoy en día. Aquellos que escojan y vivan de acuerdo con el camino de vida de Dios, serán los ganadores. Y Dios va a extender la invitación a todos para que sean ganadores.

Con respecto al futuro descrito en este artículo, no nos crea a nosotros. ¡Lea las Escrituras y compruébelo usted mismo! Para aprender más acerca del Reino que Jesús va a establecer cuando regrese, vea los artículos de la sección “El Reino de Dios”. Para información de qué necesita hacer para prepararse para el regreso de Cristo, vea los artículos de la sección “Cambio”. Los artículos de esta página web están basados en la Biblia.

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