Judaísmo, cristianismo e islam todos reclaman a Jerusalén como algo sagrado para su fe. ¿Por qué la tienen en tanta estima? ¿Cuáles son las diferencias que las separan?
La ciudad de Jerusalén tiene una larga y extensa historia de ser el centro del conflicto religioso. Más de 50 guerras se han peleado en y alrededor de Jerusalén en los más de 4.000 años pasados, y la mayoría ha sido por motivos religiosos.
Para entender por qué tres religiones principales reclaman Jerusalén en la actualidad, tenemos que echar una mirada a la historia de estas religiones.
Una breve historia del Judaísmo
El judaísmo es la más antigua religión monoteísta que aún sobrevive. Ésta surgió en el Mediterráneo Oriental en el segundo milenio a.C. Tradicionalmente se considera que Abraham fue el primer “judío” y que él hizo un pacto con Dios (Génesis 17). En realidad él era un “hebreo” (un descendiente de Heber, Génesis 11:15-27; Génesis 14:13). Abraham adoró y ofreció sacrificios a Dios en Salem (Jerusalén, Génesis 14:18; 22:2; 2 Crónicas 3:1).
Debido a que el judaísmo, el cristianismo y el islam todos reconocen a Abraham como un profeta, estas religiones son llamadas “abrahámicas”; y todas ellas reclaman a Jerusalén como un centro de adoración.
Después de que Jerusalén se convirtiera en la capital de los antiguos reinos de Israel y Judá, el rey David trasladó el tabernáculo a esta ciudad (2 Samuel 6). El rey Salomón construyó el primer templo aquí (2 Crónicas 6). Después de la división de Israel, la nación de Judá (los judíos) continuó adorando en este templo.
En el año 586 a.C. la nación de Judá fue invadida, y el templo fue destruido. Éste fue reconstruido por los judíos durante el tiempo de Esdras y Nehemías (Nehemías 12:27; Esdras 9:9). Más tarde, debido a las renovaciones hechas por Herodes (Juan 2:20), este segundo templo fue conocido como el templo de Herodes.
El templo de Herodes fue destruido por los romanos en el año 70 d.C., tal como Cristo había profetizado (Mateo 24:2). Una parte pequeña del muro de la fundación en el lado oeste del monte del templo sobrevive hasta hoy. Este muro no era parte del templo. Era simplemente parte del muro externo que rodeaba el monte de templo. Pero debido a que este muro permanece como la parte más cercana al templo, se convirtió en el lugar santísimo para los judíos. Los judíos ofrecen fervorosas oraciones en este Muro Occidental, por lo que algunos gentiles (no-judíos) empezaron a llamarlo el Muro de las Lamentaciones.
Aunque el Imperio Romano dispersó la mayoría de los judíos después de la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C., algunos judíos permanecieron en Palestina por más de un milenio. Después del exilio de la mayoría de los judíos de Jerusalén, estas personas vivieron en distintos países en lo que ahora es llamado la “Diaspora” (dispersión) hasta la fundación del Estado de Israel en 1948.
Después de 1948, judíos de todas partes del mundo vinieron a establecerse en Israel moderno. Al regresar a su tierra, ellos descubrieron que diversas subculturas con diferentes historias, lenguajes, prácticas y costumbres religiosas se habían desarrollado entre ellos mismos durante su estancia en las áreas en las que habían estado dispersos.
El judaísmo en la actualidad presenta muchas variaciones de creencias. Los judíos ortodoxos creen que la ley judía es inmutable y obligatoria. Los judíos conservadores argumentan que las leyes de Dios cambian y evolucionan con el transcurso del tiempo. Los judíos de la reforma y reconstruccionistas creen que estas leyes son sólo directrices que los individuos pueden decidir seguir o no seguir. También hay muchos judíos en Israel que son seculares o ateos. Para ellos, el judaísmo es su cultura en vez de una religión.
En general, los judíos creen en un Dios y sus profetas, con especial respeto por Moisés como el profeta a quien Dios le dio la ley. La ley judía está incorporada en la Torá (los primeros cinco libros de la Biblia, también conocidos como el Pentateuco) y el Talmud (un comentario sobre la Torá completado en el siglo quinto después de Cristo).
Una breve historia del cristianismo
Jesucristo fundó el cristianismo en el primer siglo en Jerusalén (Hechos 2). La Iglesia cristiana primitiva huyó de Jerusalén antes de la destrucción de Jerusalén en 70 d.C. La Iglesia fue esparcida (Hechos 8:1) y finalmente se estableció en ciudades a través del Imperio Romano, especialmente en Asia Menor (Turquía), Jordania y Siria. La Iglesia cristiana era considerada una secta de los judíos durante el primero y segundo siglos. Ésta fue muy perseguida debido a sus raíces y observancias judías.
Las primeras comunidades cristianas fueron perseguidas hasta que el emperador Constantino se convirtió al cristianismo en 324 A.D. La forma de cristianismo practicada por Constantino y el Imperio Romano ya habían empezado a cambiar las prácticas originales de la Iglesia del primer siglo. No obstante la ciudad de Jerusalén siguió siendo importante para Constantino y la iglesia romana debido a todos los sitios santos que hay en y alrededor de la ciudad. Constantino y los emperadores romanos que le sucedieron construyeron varias iglesias cristianas y santuarios en Jerusalén.
Hubo divisiones mayores y menores, lo cual propició el desarrollo de numerosas ramas del cristianismo. La Iglesia Ortodoxa y su patriarca se separaron de la Iglesia Católica Romana y el papa en 1054 debido a diferencias políticas y doctrinales. En el siglo XVI, Martín Lutero, molesto por la corrupción del papado católico, encabezó un movimiento de reforma que condujo al desarrollo del Protestantismo.
No obstante, Jerusalén siguió siendo la parte más importante por ser el lugar de origen del cristianismo en todas sus formas. En la actualidad es considerada una de las ciudades cristianas más importantes en el mundo porque tiene tantos santuarios cristianos, iglesias y sitios históricos. Millones de cristianos realizan peregrinajes a Jerusalén cada año.
Una breve historia del Islam
Los musulmanes (seguidores del islam) creen que Alá (el vocablo árabe para Dios) envió su revelación por medio del ángel Gabriel al profeta Mahoma a lo largo de un período de 23 años en el siglo séptimo y que Mahoma compartió estas revelaciones con sus compañeros, quienes más tarde las pusieron por escrito. Estos escritos fueron compilados en un libro llamado el Corán—con el significado de “recitación”.
El islam en la actualidad es una religión centrada en el Corán y la vida de Mahoma, quien es reverenciado como el último profeta de Dios. Esta religión evolucionó a partir de la tradición judeocristiana y los valores culturales de las tribus nómadas beduinas de Arabia.
El islam se expandió dentro de las áreas controladas por el Imperio Bizantino. A mediados del siglo octavo el islam se había esparcido al oeste hacia el interior de África del Norte y Europa y al este hacia el interior de Asia Central. Con el paso de los siglos el islam continuó creciendo en África subsahariana, sur de Asia y sudeste asiático.
A medida que el Islam se expandió, las nuevas sociedades islámicas adaptaron muchas de las costumbres que ellas encontraron. Por consiguiente, los musulmanes en diferentes áreas del mundo crearon una amplia variedad de tradiciones culturales.
Los tres santuarios más santos del Islam se encuentran en Meca, Medina y Jerusalén. Meca es el lugar tradicional donde el Corán fue revelado. Medina es el lugar donde Mahoma fue sepultado. Y, de acuerdo a la tradición musulmana, Jerusalén (sitio de la Cúpula de la Roca) es el lugar de donde Mahoma ascendió al cielo.
En la actualidad los musulmanes tienen control de la Mezquita de Al-Aqsa y de la Cúpula de la Roca en el monte del templo en Jerusalén. Ellos consideran que Jerusalén es uno de sus lugares de adoración más sagrados.
La lucha entre el cristianismo, el judaísmo y el islam
Aunque el cristianismo surgió de raíces y textos judaicos, la perspectiva cristiana sobre cómo uno debe vivir es diferente de la perspectiva judía. Las creencias cristianas evolucionaron con el tiempo en la Iglesia Romana. El grupo de cristianos más grande llegó a creer que la ley “judía” fue abrogada en favor de un evangelio universal. Las creencias cristianas evolucionaron aun más con la Reforma Protestante y subsiguientes divisiones.
Los cristianos creen que Cristo es Dios, mientras que los judíos no creen eso. Ellos también difieren en muchas otras doctrinas y enseñanzas. Desde el primer siglo, siempre ha habido diferencias entre judíos y cristianos.
Las relaciones entre las comunidades judías y cristianas a menudo han sido tensas y difíciles, particularmente en Europa cristiana. Ahí, las comunidades judías a menudo se han visto sujetas a la discriminación y la violencia a manos de los cristianos.
Hoy día, hay muchos judíos europeos que viven en y alrededor de Jerusalén son los que se esfuerzan por guardar viva la memoria de sus persecuciones pasadas con monumentos conmemorativos en Jerusalén (el Memorial Yad Vashem), en Europa (Memorial y Museo de Auschwitz-Birkenau) y en los Estados Unidos (Museo para la Memoria del Holocausto y Centro Simón Wiesenthal).
El cristianismo también ha tenido una relación problemática con el islam. Los cristianos no aceptan a Mahoma como un profeta. Aunque muchos cristianos en el Oriente Medio se convirtieron al islam durante y después del siglo séptimo, la jerarquía de la iglesia en Roma y Constantinopla consideró que el Islam es tanto una amenaza política como teológica. Las Cruzadas fueron un intento no exitoso para revertir la conquista islámica del Mediterráneo Oriental. A menudo, Jerusalén estuvo en el centro de esta lucha entre las tres religiones y sus seguidores.
El islam piensa que el judaísmo y el cristianismo son versiones previas del islam, con revelaciones dadas por Alá pero malentendidas con el transcurso del tiempo por los judíos y cristianos. Los musulmanes ven al islam como la revelación final, correcta y completa, en la tradición monoteísta de las tres religiones.
El islam reconoce muchos de los profetas judíos y cristianos, incluyendo a Abraham, Moisés y Jesús (aunque ellos consideran que Jesús es un profeta y no el Hijo de Dios).
Muchos de los que no son musulmanes creen erróneamente que Mahoma es el equivalente de Jesús en la fe islámica, pero el Corán ocupa la misma posición central en el islam que Jesús tiene en el cristianismo. De acuerdo a las creencias musulmanes, Mahoma mismo no es divino, sino un profeta escogido por Dios para entregar su mensaje y un ejemplo de piedad.
La relación que los musulmanes tienen con los judíos y cristianos es escabrosa. Mientras algunos musulmanes declaran que los judíos y cristianos son específicamente protegidos en el Corán como “Gentes del Libro”, otros—especialmente los de facciones militantes—consideran que los judíos y cristianos son infieles que deben ser destruidos para que el islam prevalezca sobre todas las religiones.
Aunque la tradición legal islámica generalmente ha respaldado los derechos de los judíos y cristianos de mantener sus creencias y prácticas dentro de sus comunidades en países islámicos, ningún musulmán puede convertirse al judaísmo o cristianismo sin incurrir en la pena de muerte.
Ahora que usted entiende los antecedentes históricos que muestran por qué las tres grandes religiones reclaman Jerusalén como uno de sus lugares santos de adoración,, usted necesita entender cómo será resuelta esta disputa. Busque en este sitio los artículos titulados “El conflicto del Oriente Medio” y “El anticristo”.