Gabriel es uno de los únicos tres ángeles mencionados con nombre propio en la Biblia. ¿Cuál es el rol de este ángel santo en los asuntos de Dios y los seres humanos?
Las Escrituras revelan que hay una gran cantidad de ángeles en el mundo espiritual (Apocalipsis 5:11; Hebreos 12:22; Lucas 2:13).
Sin embargo, sólo tres de ellos —Lucifer, Miguel y Gabriel— son mencionados con nombre propio en la Biblia.
Ángeles de alta categoría
La palabra griega traducida como ángel es angelos y puede significar “mensajero, enviado, quien es mandado, mensajero de Dios” (Strong’s Lexicon [Diccionario de Strong]).
Las Escrituras indican que Dios dio responsabilidades especialmente importantes a los únicos tres ángeles mencionados con nombre propio en la Biblia. Lucifer, por ejemplo, fue llamado “querubín protector”, indicando que tenía una tarea muy honorable (Ezequiel 28:14,16). Sin embargo, su pecado luego lo llevó a convertirse en el ángel caído que hoy conocemos como Satanás (Apocalipsis 12:9).
Por otro lado, Miguel es considerado como “uno de los principales príncipes”, “vuestro príncipe” y “el gran príncipe” (Daniel 10:13, 21; 12:1). Sus responsabilidades incluyen cuidar del pueblo de Dios, y además es el único ángel al que la Biblia da el título de arcángel explícitamente (Judas 9). La palabra “arcángel” proviene del griego archangelos, que también significa “líder de los ángeles” (Strong’s Lexicon [Diccionario de Strong]). Si desea más detalles acerca del importante rol de este ángel, le invitamos a consultar el artículo “Miguel, el arcángel”.
El tercer ángel de especial importancia en la Biblia es Gabriel —tema principal de este artículo— cuyo nombre significa “hombre fuerte de Dios” (Holman Bible Dictionary [Diccionario bíblico de Holman], “Gabriel”).
Rango de Gabriel
Aunque la tradición judía (incluyendo el libro apócrifo de Enoc) identifica a Gabriel como uno de los siete arcángeles, las escrituras no le dan este título explícitamente. Pero tal como sucede con Lucifer y Gabriel, la mención específica de su nombre indica que este ángel tiene una posición privilegiada.
Además, si Miguel es “uno de los principales príncipes”, esto implica que deben existir otros seres con este rango superior al resto de los “príncipes” (Daniel 10:13). Con base en esto, podemos suponer con bastante certeza que Gabriel es un arcángel.
Mensajes de Gabriel
Existen cuatro relatos bíblicos donde Gabriel es mencionado explícitamente como mensajero de Dios; en todos lleva importantes mensajes proféticos a siervos fieles. El primero se encuentra en Daniel 8:16, donde Gabriel es enviado al profeta Daniel para revelarle el significado de la visión que tuvo acerca de los reyes de Media, Persia y Grecia (vv. 15-26).
Tiempo después, Gabriel se le vuelve a aparecer a Daniel para darle una profecía acerca del momento en que Cristo vendría a la tierra y cumpliría su ministerio (Daniel 9: 21, 25-27). Si desea más detalles acerca de esto, consulte el artículo “Las 70 semanas de Daniel: ¿Qué significa la profecía?”.
Luego, el libro de Daniel nos enseña algo muy interesante acerca del mundo espiritual. En cierta ocasión, el profeta tuvo una visión tan inquietante que decidió orar y ayunar hasta obtener entendimiento divino. Finalmente, 21 días después, un ángel se le apareció para mostrarle el significado de la visión (Daniel 10:2-3, 12, 16). Aunque la Biblia no menciona el nombre del ángel, es bastante probable que se haya tratado de Gabriel, quien ya se le había aparecido antes (v. 12). El ángel le explicó que sus oraciones habían sido escuchadas desde el comienzo, pero lamentablemente sólo hasta ese momento había podido llegar ante él (vv. 13-14).
La razón de su demora fue que un poderoso y problemático espíritu, “el príncipe del reino de Persia”, le había impedido ir donde Daniel durante tres semanas, y fue necesario que Miguel le ayudara para poder vencer a este “príncipe” demoniaco (v. 13). Luego de darle su mensaje, el ángel explicó que debía regresar para luchar contra “el príncipe de Persia”, y luego contra “el príncipe de Grecia” (v. 20).
Este particular relato nos revela que el mundo espiritual se ve constantemente agitado por batallas invisibles. Mientras fuerzas oscuras —Satanás y sus demonios— constantemente intentan frustrar el plan de salvación de Dios, el Dios Todopoderoso interviene con la ayuda de sus ángeles según sea necesario para llevar a cabo la redención de la humanidad (Efesios 2:1-3; 6:11-13; Apocalipsis 12:7; Salmos 34:7; Romanos 8:37-39; Hebreos 1:13-14).
500 años después
El tercer episodio ocurre aproximadamente 500 años después de la época de Daniel, cuando Dios envió a Gabriel ante el sacerdote Zacarías con la maravillosa noticia de que él y su esposa Elisabet serían padres de un niño llamado Juan (Lucas 1:13). Este mensaje significaba un gran milagro para ellos, pues “Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada” (vv. 7, 9). Además, Gabriel les explicó que su hijo Juan tendría la excepcional tarea de “preparar al Señor un pueblo bien dispuesto” (v. 17).
Todo parece indicar que Zacarías y algunas otras personas sabían que la venida del Mesías estaba por ocurrir (Lucas 2:25; 7:18-19) —y ahora el mismo mensajero angelical que le había anunciado a Daniel la venida de Cristo, había vuelto para anunciar su cumplimiento.
Pero consciente de que él y su esposa nunca habían podido tener hijos y ya eran de edad avanzada, Zacarías preguntó al ángel cómo sería esto posible. El ángel respondió: “Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas” (Lucas 1:19). Claramente, estar “delante de Dios” es evidencia de una posición muy honorable en el mundo espiritual.
El cuarto evento tuvo lugar seis meses después de la concepción de Elisabet, cuando Gabriel fue enviado por Dios para darle un mensaje a María, una joven pariente de Elisabet que vivía en Nazaret de Galilea (Lucas 1:26-27).
El mensaje era que ella también concebiría milagrosamente y daría a luz a Jesús, Hijo del Altísimo: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios” (vv. 35-36).
¿Fue Gabriel quien se le apareció a Juan?
Dado que Gabriel es el único ángel explícitamente descrito como mensajero de Dios, es muy probable que haya sido él a quien Jesucristo envió para revelar el libro de Apocalipsis al apóstol Juan (Apocalipsis 1:1-2)
Pero sea cual sea la identidad del ángel de Apocalipsis, lo importante es comprender que el plan de Dios para la humanidad se cumplirá pase lo que pase. Como Dios dice a través del profeta Isaías: “Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado” (Isaías 14:24).
Tanto Gabriel como el resto de los ángeles de Dios son “espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación” (Hebreos 1:14). Su tarea es servir a Dios el Padre y Jesucristo en lo que sea necesario para llevar a cabo su plan de salvación —en el que todo ser humano que se arrepienta de sus pecados y acepte a Cristo como su Salvador tendrá la oportunidad de convertirse en miembro de la eterna familia divina.
¿Estará usted entre las personas que reciban la salvación cuando Cristo regrese? Para saber más acerca de lo que Dios espera de nosotros para darnos la vida eterna, le invitamos a explorar la sección “Cambio”.