Dios tiene una meta con su creación, especialmente para los humanos que Él hizo a su propia imagen. ¿Cómo nos da el conocimiento de ese plan?
Virtualmente toda sociedad humana celebra u observa algo, y virtualmente son las celebraciones relacionadas con la religión las que han predominado en toda cultura. Pero, ¿cómo sabemos cuáles de ellas están en armonía con el relato bíblico? La mayoría de las religiones modernas celebran días que, si los observamos con detenimiento, encontramos que proceden de unas observancias pre-cristianas, paganas. ¿Le importa a Dios esto? ¿Es importante? Encontramos en la Biblia siete celebraciones anuales que Dios quería que su pueblo guardara en su nombre y para su adoración. La mayoría de las personas en la actualidad ni siquiera sabe los nombres de muchas de estas fiestas, pero Dios las llamó “santas”. ¡Él dijo que estos son sus días!
Estas fiestas, que han sido desvirtuadas, definidas como si fueran costumbres anticuadas y arraigadas en un pasado judío, ¿están totalmente desconectadas del Jesús del Nuevo Testamento? Ellas merecen un examen cuidadoso, especialmente cuando uno descubre que el mismo Jesús, sus discípulos y su Iglesia ¡guardaron realmente estas fiestas santas! ¿Por qué los religiosos las abandonaron, substituyéndolas por otras?
¿Es posible que estas fiestas antiguas sean realmente un bosquejo que define el gran plan de Dios, y nos muestran lo que el futuro nos depara para todo el mundo y los hijos de Dios? ¡Es tiempo de que entendamos el asombroso significado de las fiestas santas de Dios!
