Esdras

Esdras es mucho más que una lista de hechos acerca del exilio y regreso de los judíos a Jerusalén. También nos muestra como Dios es fiel a su Palabra, y siempre cumple sus promesas.

El libro de Esdras no menciona su autor, pero la tradición judía dice que Esdras lo escribió, así como los libros de Nehemías y Crónicas. En la Biblia hebrea, Esdras y Nehemías son considerados como un sólo libro.

El libro de Esdras empieza con las mismas palabras con las que concluye Crónicas (2 Crónicas 36:22-23). Estos versículos describen el edicto de Ciro, rey de Persia, quien permitió a los cautivos judíos irse de Babilonia y regresar a su tierra, permitiéndoles reconstruir el templo en Jerusalén, e incluso dándoles los recursos para cubrir los gastos del viaje y la reconstrucción.

The Lion Handbook to the Bible [Manual de la Biblia de Lion] afirma: “Esdras, Nehemías y Ester cubren el último siglo del Antiguo Testamento de la historia judía, aproximadamente 538-433 a.C. Esdras continúa la historia de Crónicas (2 Crónicas 36:22-23 y Esdras 1:1-3 son idénticos), el cual termina con la destrucción de Jerusalén, y describe como el pueblo es llevado en exilio a Babilonia por Nabucodonosor (587). Esdras y Nehemías relatan el regreso en tres partes…

“Desde un punto de vista histórico general, estos acontecimientos judíos ocurrieron durante el periodo que siguió al derrocamiento del imperio babilónico por Ciro, rey de Persia, en 539. Esdras y Nehemías cubren los reinados de cinco reyes persas” (David y Pat Alexander, p. 306).

Es interesante observar que se usan dos idiomas en el libro de Esdras: hebreo y arameo. La sección en arameo es desde los capítulos 4:8 a 6:18 y 7:12-26. El resto del libro está escrito en hebreo.

Historia y cronología de Esdras

La historia del libro consiste en dos partes, y entre estas partes hay un lapso de aproximadamente 58 años.

La primera sección (1:1-6:22) nos cuenta la historia del regreso de los judíos y la reconstrucción del templo en Jerusalén, el cual fue decretado por Ciro en 538 a.C. El templo se completó aproximadamente en 516 a.C., durante el reinado de Darío.

La última parte, empieza en 7:1, y contiene la historia personal del viaje de Esdras a Jerusalén con un grupo de exiliados en el año 457 a.C., y su transformación religiosa en la comunidad judía.

La cronología de Esdras 4 al 6 puede ser confusa debido a que no está en orden. A continuación presentamos el orden cronológico de Esdras 4 al 6:

  1. Esdras 4:1-5
  2. Esdras 4:24
  3. Esdras 5
  4. Esdras 6
  5. Esdras 4:6-23

Los judíos exiliados regresan en tres etapas

El pueblo de Judá fue tomado cautivo en tres etapas, y los exiliados que estaban en Babilonia bajo el dominio persa, también regresaron durante tres periodos diferentes:

  • Cuando Ciro proclamó su famoso decreto en 538 a.C., el primer grupo regresó bajo el mando del gobernador Zorobabel.
  • El segundo grupo regresó con Esdras en 457 a.C.
  • El tercer grupo regresó en 444 a.C., bajo el liderazgo de Nehemías.

Esdras el escriba

Esdras (que significa “ayuda” o posiblemente “Dios ha ayudado”) era uno de los cautivos en Babilonia. Era descendiente de sacerdotes a través de la línea de Sadoc hasta llegar a Aarón (Esdras 7:1-5). Era altamente estimado como un estudioso de las Escrituras, y se le llama “sacerdote Esdras, escriba versado en los mandamientos del Eterno y en sus estatutos a Israel” (7:11). No sólo era un erudito, sino también un profesor de la ley de Dios. Así lo confirma el capítulo 7:10, “Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley del Eterno y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos”.

Observemos que él:

  • Buscaba y estudiaba la ley de Dios con todo su corazón.
  • Ponía en práctica la ley en su vida.
  • Se convirtió en un “escriba diligente” (Esdras 7:6), lo que le permitió enseñar las leyes de Dios.

Old Testament Survey [Estudio del Antiguo Testamento] afirma: “La comisión imperial de Esdras lo autorizaba a nombrar magistrados y jueces, para enseñar ‘las leyes de tu Dios’, y castigar a aquellos que no las obedecieran (Esdras 7:25f.) Se le dio un cargo oficial persa, ‘escriba erudito en la ley del Dios del cielo’ (v. 12) —en términos modernos, era algo así como un ‘secretario de estado de asuntos judíos’. Así, Esdras llegó a Jerusalén con el poder y el entusiasmo para reorganizar la comunidad judía teniendo siempre en mente la ley” (William LaSor, David Hubbard y Frederic Bush, p. 562).

La humildad de Esdras

Esdras demostró verdadera humildad cuando en representación del pueblo oró a Dios de la siguiente manera: “hemos olvidado tus mandamientos”, y después confesó: “Henos aquí delante de ti en nuestros delitos; porque no es posible estar en tu presencia a causa de esto” (Esdras 9:10, 15).

Esdras es un ejemplo de una persona que buscaba obedecer a Dios, y al hacer esto él lo agradaba. Cuando ponemos en práctica los principios y leyes que se encuentran en la Palabra de Dios, eso hace que nosotros tengamos nuestros “sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal” (Hebreos 5:14), lo que produce una mayor sabiduría espiritual y madurez en nuestra vida.

Preocupación por el pueblo

Esdras estaba muy preocupado por la falta de compromiso que el pueblo tenía hacia Dios, y trató de transformar la vida religiosa de ellos. La comunidad judía se había olvidado de las cosas de Dios, y ellos estaban más preocupados por sus propios asuntos personales. Dios inspiró a Esdras para que empezara a hacer cambios, y reviviera el celo religioso en ellos, estableciendo nuevamente aspectos de la ley que se habían dejado de lado.

Él estaba profundamente afligido por los pecados del pueblo, y trabajó arduamente para lograr que ellos reconocieran sus pecados y se arrepintieran (Esdras 8:21-23; 9:3; 10:6).

Resumen de Esdras

Los contenidos del libro de Esdras se pueden dividir de la siguiente manera:

Capítulo 1 y 2: El primer grupo de exiliados judíos regresa a Jerusalén.

Capítulo 1: El decreto de Ciro permite que los exiliados regresen a Jerusalén.

Capítulo2: La lista de aquellos que regresaron.

Capítulos 3 al 6: Reconstrucción del templo.

Capítulo 3: Se construyó un altar para empezar los sacrificios. Se echan los cimientos del templo.

 Capítulo 4: Hubo oposición, principalmente entre los samaritanos de la región, lo que hizo que las obras cesaran los siguientes 15 años.

Capítulos 5 y 6: Con el consejo y la ayuda de los profetas Hageo y Zacarías, la construcción del templo comenzó nuevamente en el año 520 a.C. El templó se terminó cuatro años después, y el pueblo observó la Pascua.

Nota: Entre el capítulo 6:22 y 7:1 hay un lapso de 58 años aproximadamente, y fue durante este periodo de tiempo que ocurrieron los eventos relatados en el libro de Ester. Como resultado de su valentía y determinación, Ester impidió una masacre total del pueblo judío.

Capítulo 7 al 10: Esdras regresa a Jerusalén.

Capítulos 7 y 8: El decreto del rey Artajerjes en 457 a.C. comisionó a Esdras a regresar a Jerusalén con una gran cantidad de oro y plata, y artículos originales del templo que habían sido saqueados del templo durante la invasión de Babilonia. Esdras y su grupo ayunaron y oraron para que Dios los protegiera (8:21-23), y Dios los protegió. El viaje duró alrededor de tres meses y medio, pero con la protección de Dios (8:31), llegaron seguros a Jerusalén.

En el capítulo 8 encontramos una lista de aquellos que acompañaron a Esdras.

Capítulos 9 y 10: El problema de los matrimonios mixtos.

Al llegar a Jerusalén, Esdras se entristeció al enterarse que algunos sacerdotes, levitas y gobernadores, se habían dado en casamiento con la gente pagana de la región, una práctica prohibida por Dios (Deuteronomio 7:1-5); no por un prejuicio racial, sino porque Dios sabía que los llevaría a la idolatría. Estos matrimonios debilitarían la voluntad de ellos de obedecer y servir a Dios. Los 113 hombres que contrajeron matrimonio, y por ende desobedecieron las leyes de Dios, son nombrados en Esdras 10:18-44.

La oración sincera de Esdras

El liderazgo espiritual de Esdras se pone de manifiesto cuando él afirma: “me levanté de mi aflicción… me postré de rodillas, y extendí mis manos al Eterno mi Dios” (9:5). La oración que sigue es un ejemplo del tipo de comunicación personal que Dios desea de nosotros, y es un buen estudio a seguir para quienes deseen mejorar la efectividad y poder en sus oraciones (9:6-15).

¡El resultado de las oraciones de Esdras fue dramático e inmediato! La mayoría de ellos reconocieron su culpa y mostraron el deseo de separarse de sus esposas paganas (capítulo 10). “Entonces se levantó Esdras y juramentó a los príncipes de los sacerdotes y de los levitas, y a todo Israel, que harían conforme a esto; y ellos juraron” (10:5). Él los guió a confesar su culpa ante Dios (10:9-11), y ellos respondieron “en alta voz: Así se haga conforme a tu palabra” (10:12).

Oración y ayuno

Una de las lecciones del libro de Esdras es mostrar la importancia de la oración y el ayuno. Cuando Esdras tuvo que enfrentar grandes obstáculos, su primera reacción fue orar y ayunar (8:21; 9:5).

Para entender más acerca de los principios del ayuno y la oración, asegúrese de leer nuestros artículos “Cómo debemos orar” y “¿Qué es el ayuno?

Las promesas de Dios son seguras

En Esdras 1:1 se nos dice que fue Dios quien inspiró a Ciro a declarar el decreto “para que se cumpliese la palabra del Eterno por boca de Jeremías”. Dios había profetizado a través de Jeremías que la cautividad duraría 70 años (Jeremías 25:11; 29:10). Dios también lo había profetizado a través del profeta Isaías, aproximadamente 200 años antes de que Ciro actuara como instrumento de Dios, cumpliendo así las promesas de Dios de hacer que un grupo de judíos exiliados regresara a Jerusalén, con el objetivo de reconstruir el templo (Isaías 44:28; 45:1-4).

El libro de Esdras no es solamente una compilación de hechos y relatos históricos, sino que también es prueba de que Dios ha cumplido, y continuará cumpliendo sus promesas anunciadas a través de sus profetas. Como un “escriba diligente” de la Palabra de Dios, Esdras sabía que había muchas promesas que todavía tenían que cumplirse —en particular, la venida de Cristo a reinar sobre la Tierra.

El regreso de Cristo a la Tierra

Mientras los discípulos miraban atentamente a Cristo ascender en las nubes, dos ángeles les aseguraron, “Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1:11, énfasis añadido).

Cuando Cristo regrese, ocurrirán acontecimientos extraordinarios y de largo alcance, que van a cambiar la forma en que las personas y gobiernos de las naciones piensan y actúan. Llegará un momento en que la gente va a darse cuenta que las promesas de Dios se han cumplido exactamente como Él lo había profetizado.

Luego, las personas van a reconocer sus pecados de la misma manera en que Esdras lo hizo: “Desde los días de nuestros padres hasta este día hemos vivido en gran pecado; y por nuestras iniquidades nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes hemos sido entregados en manos de los reyes de las tierras, a espada, a cautiverio, a robo, y a vergüenza que cubre nuestro rostro, como hoy día” (Esdras 9:7).

Dios será alabado porque sus “consejos antiguos son verdad y firmeza”, y Él va a quitar el engaño “con que están cubiertos todos los pueblos”. ¿Cuál será el resultado de todo esto? “Destruirá la muerte para siempre; y enjugará el Eterno el Señor toda lágrima de todos los rostros” (Isaías 25:1, 7-8).

Aún más, aquellos que estemos dispuestos a esperar en Él diremos: “nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación” (Isaías 25:9).

¿Está usted dispuesto a confiar en Dios y tener fe en las promesas seguras de Dios, de la misma manera en que Esdras confiaba en Dios?

Sólo usted puede contestar esta pregunta. Su decisión va a tener un gran impacto en su presente y en su vida futura.

Lea más acerca de por qué Dios nos dio profecías, y cómo debemos responder a estas en el artículo “Propósito de la profecía”.

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