Oración, ayuno y meditación: relacionándonos con Dios

¿Acaso Dios sólo tiene una relación personal con personas excepcionales y privilegiadas como Moisés, David y los profetas o podemos nosotros llegar a conocerlo también?

¿Puede usted tener una relación personal, cercana y real con Dios? Ya que es nuestro Padre, ¿no deberíamos llegar a conocerlo bien?

Toda relación comienza con un primer encuentro. Algunas personas nos intimidan al principio, ya sea por su reputación o fuerte personalidad. Pero a medida que las conocemos mejor y compartimos ideas y principios, nuestra relación puede llegar a florecer en una amistad.

Pero ¿cómo podemos tener una relación así con Dios? La oración, el ayuno y la meditación, al igual que el estudio de la Biblia, son factores clave para comunicarnos con Él y entender su voluntad. ¡Es muy importante que sepamos usar estas herramientas!

Por medio del estudio de su Palabra, Dios se nos da a conocer y podemos entender su carácter, amor y misericordia. Y luego, tal como lo hizo el rey David, nosotros le respondemos a través de la oración, el ayuno y la meditación, buscando una relación cercana con Él. Hoy en día muchas personas piensan que los mandamientos de Dios son irrelevantes y agobiantes; sin embargo, para David, quien es descrito en la Biblia como un hombre conforme al corazón de Dios, la ley de Dios era un verdadero deleite, pues llegó a conocer a Dios por medio de la oración, el ayuno y la meditación. De la misma forma nosotros, a medida que fortalecemos nuestra relación con Dios, también podemos llegar a sentirnos identificados con este rey y con las palabras del apóstol Juan: “Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos”.

La oración, el ayuno y la meditación son tres factores esenciales para establecer una relación con Dios. Los artículos que encontrará en este sito le ayudarán a utilizar mejor estas herramientas con el fin de que pueda llegar a conocer a nuestro Padre celestial.

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