¿Que hizo Dios después de convertir a la Tierra en un lugar habitable para los seres humanos y de crear el primer hombre y la primera mujer? Él creó el sábado y descansó.
El registro histórico de Dios preparando la Tierra para la humanidad está documentado en los dos primeros capítulos de la Biblia. Aquí encontramos que Dios pasó seis días estableciendo y equilibrando perfectamente todos los aspectos de nuestro planeta que lo hacen idóneo para la vida humana.
La Biblia dice esto acerca de esta monumental tarea: “Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación” (Genesis 2:1-3)
Dios descansó, pero no porque estuviera cansado
Cuando Dios cesó de hacer su labor, no fue porque estuviera cansado. Como se explica en Isaias 40:28: “¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es el Eterno, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance”.
Despues de pasar seis días preparando la Tierra para las necesidades físicas del hombre, Dios estaba ahora estableciendo el séptimo día de la semana como un tiempo durante el cual el hombre podía descansar de su trabajo físico y satisfacer sus necesidades espirituales. Génesis 2:3 explica que Dios “bendijo” y “santificó” el séptimo día. Esto significa que Dios hizo que este día fuera “santo”. Lo apartó como un día especial como ningún otro dia de la semana.
El sábado ligado a la creación
Aunque la palabra “sábado” técnicamente no se menciona en este pasaje, “la forma verbal afín de sabat (cesar, detenerse, descansar) es utilizada y lo segundo, como lo constata U. Cassuto, ‘hace alusión al nombre “el día sábado”’” (Samuele Bacchiocchi, Divine Rest for Human Restlessness, p. 34 [Descanso divino para la inquietud humana]). Además, cuando Dios impartió sus mandamientos desde el monte Sinaí, vinculó el sábado con su descanso en el séptimo día de la creación. Por consiguiente, está claro el propósito que Dios tenía en mente para este día (Éxodo 20:8-11).
Dios nunca ha revocado esta bendición para el séptimo día ni le ha concedido una bendición similar a otro día. Tenemos que ir a otros pasajes bíblicos para ver cómo Dios nos instruye a guardar el sábado, pero desde los primeros días de la humanidad en la Tierra, Dios designó qué día de la semana tenía su bendición especial. Dios nunca ha revocado esta bendición para el séptimo día ni ha concedido una bendición similar a otro día.
Otra evidencia del sábado antes de que se establecieran los Diez Mandamientos
En cuanto a instruir a la humanidad acerca de su sábado, Dios pudo haber comenzado esta instrucción con Adán y Eva en el mismo sábado que Él bendijo el séptimo día. La Biblia revela que Dios personalmente habló con Adán y Eva y otros desde los primeros días, pero no incluye todas estas conversaciones. Pero cuando Dios les dio a los antiguos israelitas maná para comer, lo cual fue antes de que Él les diera los Diez Mandamientos en el Monte Sinaí, Él ya esperaba que Israel estuviera guardando sus mandamientos y leyes (Éxodo 16:4, 28-29). No tiene sentido que Dios reprenda a estas personas por no guardar el sábado y sus otras leyes si ellos no sabían de ellas.
Otro indicio de que el sábado fue guardado antes de que Dios incluyera el sábado junto con los demás mandamientos que fueron impartidos en el Monte Sinaí, se puede encontrar en la vida de Abraham. De él, Dios dijo: “por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes” (Genesis 26:5). Vea nuestro artículo “¿Existían los Diez Mandamientos antes de Moisés?” para un estudio adicional acerca de la existencia de las leyes de Dios antes del Monte Sinaí.