Cuando los fariseos acusaron a Jesucristo de quebrantar el sábado, ¿se estaban basando en el mandamiento que encontramos en la Biblia acerca del sábado o en sus propias tradiciones?
Durante su ministerio como ser humano aquí en la tierra, Jesucristo y sus discípulos fueron acusados de quebrantar el sábado:
“En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en un día de reposo; y sus discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer. Viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo… Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para poder acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de reposo” (Mateo 12:1-2, 10; vea también Marcos 2:24; 3:2; Lucas 6:2, 7; 13:14; Juan 5:16, 18; 9:16).
Con base en esto, algunas personas han concluido erróneamente que pueden quebrantar el sábado. Sin embargo, es necesario comprobar la veracidad de estas acusaciones antes emitir un juicio al respecto. ¿Es verdad que Cristo quebrantó la ley de Dios con respecto al sábado?
Lo que hizo Jesús
Jesús tenía la costumbre de ir a la sinagoga el sábado para adorar a Dios:
“Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer” (Lucas 4:16). Dios diseñó el sábabo como una “santa convocación” (Levítico 23:2, 4), indicando con esto que era un momento para reunirse con otros para adorar a Dios.
Las acusaciones de que Cristo estaba quebrantando el sábado no fueron por faltar a las reuniones del sábado, donde se predicaba la ley de Dios y se exhortaba a obedecerle. Cristo fue acusado con base en las leyes adicionales que los judíos habían creado según su entendimiento de la observancia del sábado.
Las tradiciones judías prohibían 39 clases de trabajo
El mishna, un registro escrito de las tradiciones orales judias se completó en el segundo siglo después de Cristo, hace una lista de 39 clases de trabajo prohibido el sábado. En general, los rabinos creían que todo trabajo que fuera creative y tuviera control o impacto en el ambiente estaba prohibido (www.Judaism 101, “Shabbat” [Judaismo 101, “Sábado”]). Al notar que Dios dejó de trabajar después de preparar la tierra para la humanidad durante seis días (Génesis 2:1-3), los rabinos razonaron que las clases similares de trabajo que debían prohibirse el sábado incluían las actividades de la agricultura y eran arar, sembrar y cosechar.
En Mateo 12:1-13, se relatan dos de las acusaciones más graves en contra de Cristo. Una de ellas se debió a que sus discípulos arrancaron espigas para comer mientras caminaban por un sembradío en un día sábado, lo cual fue considerado como “cosechar” por los acusadores. La segunda fue porque Cristo sanó a un hombre que tenía la mano seca en día de reposo. Los acusadores consideraron el milagro como un acto laboral.
El Señor del sábado enseña cómo se debe observar realmente el sábado
En lugar de ponerse a argumentar frente a sus definiciones, Jesús dio referencias en la escritura y ejemplos lógicos demostrando que lo que Él y sus discípulos habían hecho no quebrantaba el sábado.
Además, agregó que Él era “Señor del día de reposo” el único que podia explicar claramente como debía guardarse el sábado . (Mateo 12:8).
Jesucristo no había quebrantado el sábado. El propósito de sus acciones era enseñar cómo se debía observar el día de reposo a quienes deseaban comprenderlo. Desafortunadamente, los fariseos no estuvieron de acuerdo con esta lección y “tuvieron consejo contra Jesús para destruirle” (v. 14).
La verdad es que Jesucristo fue perfecto y libre de pecado durante toda su vida. Tal como el apóstol Pablo escribió: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (2 Corintios 5:21). Cristo nunca quebrantó el sábado. Es más, Él mismo enseñó cómo debe observase el día de reposo apropiadamente. Si deseamos servir a Dios, debemos “andar como él [Cristo] anduvo” (1 Juan 2:6). Nosotros tambien necesitamos guardar el Sábado.