Los críticos preguntan: “¿Cómo puede alguien creer en un libro lleno de contradicciones?”. Como creyente en la Biblia, ¿qué respondería usted?
El autor de 1001biblecontradictions.com asegura que su sitio “bien podría haberse llamado ‘contra el fundamentalismo’. Mi propósito es exponer una gran cantidad de contradicciones y discrepancias presentes en la Biblia cristiana con el fin de desmentir los argumentos fundamentalistas de que cada palabra de la Biblia es cierta”.
Pero, ¿está la Biblia realmente llena de contradicciones? ¿O podemos comprobar con una cuidadosa investigación que es increíblemente coherente a pesar de todas las probabilidades en su contra?
Hasta ahora esta serie se ha enfocado en analizar fuentes externas a la Biblia. Pero, ¿qué podemos decir de la Biblia en sí? En este último artículo nos enfocaremos en la evidencia interna que prueba la consistencia de las Escrituras.
Los escépticos dirán que no podemos utilizar la misma Biblia para probar su propia legitimidad, pero al combinar las cuatro pruebas anteriores, el hecho de que la Biblia (una colección de varios documentos antiguos), sea totalmente consistente en su mensaje, nos da una prueba más de que las Escrituras son ciertas.
Coherencia a pesar de las probabilidades en contra
J. Philip Hyatt, profesor del Antiguo Testamento en la Universidad de Vanderbilt en los años 1944 a 1972, identificó algunos de los factores que podrían haber afectado la coherencia de la Biblia a través de los años:
“A partir de esta historia del texto, debería ser obvio que pasaron mil años o más desde que se terminaron la mayoría de los [manuscritos] en los que se basan los estudios modernos y el último libro del [Antiguo Testamento]. Durante ese lapso, el texto se copió y se reprodujo a mano una y otra vez. Y, si pensamos en los errores que pueden surgir, aun con el uso de máquinas de escribir modernas, no es difícil entender por qué surgieron errores en estas repetidas copias a mano. Los errores pudieron darse por dificultades para leer, dificultades para oír (cuando los manuscritos se copiaron por dictado), cansancio, mala comprensión e incluso simple descuido” (Encyclopedia Americana [Enciclopedia Americana], Vol. 3, 1984, p. 658).
La Biblia moderna está compuesta de 66 libros (39 del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo) y fue escrita en un lapso de más de 1.500 años por más de 40 autores diferentes, de todos los oficios ―pastores, agricultores, constructores, médicos, pescadores, sacerdotes, profetas y reyes.
Fue escrita en tres lenguas diferentes ―hebreo, arameo y griego― pero éstas no siempre eran las lenguas de sus protagonistas. Jesús y sus discípulos, por ejemplo, probablemente hablaban arameo la mayor parte del tiempo, pero los Evangelios fueron preservados en griego.
A pesar de todos los obstáculos (errores de los copistas, problemas de traducción, diferencias entre el lenguaje hablado y el escrito, etcétera), el grado de coherencia interna de la Biblia es impresionante, lo cual sin duda respalda las palabras de Cristo en Juan 10:35: “la Escritura no puede ser quebrantada”.
Además, el mismo apóstol Pablo cita pasajes del Antiguo Testamento en muchas ocasiones, como en Romanos 4:3: “Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia”.
Comparación con otras obras clásicas
A pesar de su gran número de autores y volumen, la Biblia excede lo que se puede esperar de otros documentos antiguos en términos de coherencia interna.
Veamos por ejemplo el caso de la Iliada, escrita por un solo autor, Homero, alrededor del año 900 a.C., existen 643 copias conocidas, de las cuales la más antigua data del 400 a.C. Ninguna de ellas es 100 por ciento igual a las demás. En su sitio web, Christian Apologetics and Research Ministry (Ministerio de investigación y apologética cristiana) estima que la coherencia entre una copia y otra es de 95 por ciento.
El Nuevo Testamento, por otro lado, ha sido preservado en casi 6.000 manuscritos griegos conocidos, y se estima que la coherencia ente ellos es de 99,5 por ciento. La diferencia entre uno y otro es minúscula. “Si los críticos de la Biblia descartan el Nuevo Testamento como fuente confiable de información, también deben negar la confiabilidad de los escritos de Platón, Aristóteles, César y Homero” (CARM). El grado de diferencia en las copias de estos clásicos antiguos es mayor que el de los manuscritos que componen la Biblia.
Cinco formas de resolver aparentes contradicciones
En realidad, la mayoría de las aparentes contradicciones de la Biblia son muy fáciles de resolver, y las que permanecen tienen más de una explicación lógica. Las explicaciones generalmente caben en una de estas cinco categorías:
- Errores de los copistas
- Errores de traducción (diferentes traductores utilizan palabras diferentes)
- Discrepancias numéricas que a menudo se resuelven tomando en cuenta el contexto de cada entrada
- El contexto del versículo
- El uso de figuras literarias en contraposición a un evento real
Para más detalles acerca de esto, consulte el artículo “¿Contradicciones en la Biblia?” en VidaEsperanzayVerdad.org.
Cómo resolver las aparentes contradicciones en los relatos de la creación
Un ejemplo de una supuesta contradicción y su explicación se encuentra en el relato de la creación de Génesis 1 y 2. Según los críticos, mientras Génesis 1:24-27 dice que el hombre fue creado después de los animales, en Génesis 2:18-19 parece haber sido creado antes.
Sin embargo, entre los dos relatos hay armonía y no existe ninguna contradicción. Es cierto que el capítulo 1 y los primeros cuatro versículos del capítulo 2 de Génesis describen el orden de la creación, pero la mayor parte del capítulo 2 en realidad detalla los eventos ocurridos en el sexto día. En otras palabras, el capítulo 2 no dice que el hombre haya sido creado antes que los animales; sólo está relatando cómo los animales fueron nombrados. Esto no tiene nada que ver con el orden de la creación.
Génesis 1 menciona la creación del hombre como el último de una serie de eventos sin dar muchos detalles. Pero Génesis 2 se enfoca principalmente en el hombre y los detalles de su creación. Podríamos decir que, mientras el capítulo 1 es el resumen o “esqueleto” del relato, el capítulo 2 da los detalles o la “carne” de ese esqueleto. No hay ninguna contradicción.
¿Qué hay de la triple negación de Pedro?
Otra aparente contradicción se encuentra en el relato de la triple negación de Pedro y el canto del gallo. Según los escépticos, Marcos contradice el resto de los Evangelios en su registro de este evento.
En este caso, debemos leer el texto cuidadosamente para ver lo que dice realmente y lo que no. También debemos tener en mente la posibilidad de que estos textos sean complementarios antes de suponer que son contradictorios.
Los pasajes a estudiar se encuentran en Mateo 26, Marcos 14, Lucas 22 y Juan 13 (es interesante que, a pesar de haber sido escritos en momentos diferentes, todos los Evangelios relatan el mismo evento). Mateo, Lucas y Juan citan a Cristo diciendo que Pedro lo negaría tres veces antes de que el gallo cantase (Mateo 26:34; Lucas 22:34; Juan 13:38). Pero en el libro de Marcos leemos: “Y le dijo Jesús: De cierto te digo que tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces” (Marcos 14:30).
El número de negaciones de Pedro es el mismo en todos los Evangelios: tres. Pero en el relato de Marcos, la última negación ocurre antes del segundo canto del gallo. Entonces ¿cantaría el gallo una o dos veces? Más adelante Marcos explica que el primer canto del gallo sonó después de la primera negación de Pedro y el último, después de la última negación ―que es exactamente lo que Mateo, Lucas y Juan dijeron.
No podemos suponer que hay una contradicción sólo porque tres de los Evangelios mencionan un canto y Marcos dos. A fin de cuentas, Pedro negó a Cristo tres veces antes del canto de un gallo en todos los relatos. Mateo, Lucas y Juan no especifican el número de veces que el gallo cantó, pero el hecho es que la tercera negación de Pedro ocurrió antes de que un gallo cantara. No hay contradicción entre los cuatro relatos.
La desafiante, verdadera y transformadora Palabra de Dios
Es cierto que la Biblia plantea ciertos desafíos en su texto ―y es por eso que algunos piensan que se contradice. Pero, cuando la estudiamos más detenidamente, su belleza, complejidad y coherencia interna nos demuestran lo contrario. La Biblia es un libro sencillamente maravilloso. (Descubra más sobre esto en el artículo “¿Quién escribió la Biblia?”, en VidaEsperanzayVerdad.org.)
Como leímos al principio de esta serie, “Toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Timoteo 3:16). La palabra griega traducida aquí como inspirada por Dios es theopneustos, que literalmente significa “dada por Dios”. En otras palabras, Pablo le estaba diciendo a Timoteo que el verdadero autor de la Biblia es nada menos que Dios mismo.
¿Es cierta la Biblia? Absolutamente. En esta serie hemos visto cinco de las muchas pruebas que así lo aseguran: 1) la evidencia arqueológica, 2) los Rollos del Mar Muerto, 3) la historia secular, 4) la profecía cumplida y 5) la coherencia interna de las Escrituras.
Cuando lea la Biblia, léala por lo que realmente dice, ¡no por lo que la gente dice que dice! Sólo así descubrirá la verdad que hay en ella, y en esa verdad descubrirá un camino de vida muy diferente al que se enseña en la actualidad, aun entre los cristianos.
Ser cristiano es mucho más que conocer las Escrituras; es vivir las Escrituras. La Biblia es muy cierta, pero el solo hecho de saberlo no lo hará una mejor persona. Lo único que cambiará su vida es vivir según sus preceptos. La Biblia es la verdadera Palabra de Dios.
Le invitamos a descargar nuestra guía de estudio gratuita: 7 claves para un mejor estudio de la Biblia.