Cantares

Examinemos brevemente lo que muchos consideran uno de los libros menos leídos y más oscuros de la Biblia, Cantares. Veremos que en realidad es un libro fascinante y significativo.

Datos acerca de Cantares

Aquí hay algunos hechos acerca del libro:

• Fue escrito por el rey Salomón (probablemente antes que su amor por las “muchas mujeres extranjeras” lo desviara, 1 Reyes 11:1).
• También se le conoce como Cantares de Salomón o Cánticos.
• Dios no es mencionado ninguna vez en el libro.
• Contiene referencias explícitas sobre la sexualidad.
• Históricamente se ha asociado con el festival de la Pascua y es leído en esa temporada.

Tal vez, uno podría pensar que un libro así no tiene lugar en la Biblia. Ha habido muchas personas a lo largo de la historia que han pensado de esta manera. Incluso hoy en día, este libro rara vez se lee o es mencionado en sermones en la mayoría de las iglesias.

Respaldo bibliográfico de Cantares

Por otro lado, algunos han ido al otro extremo el exagerar los méritos de este libro. El rabino Akiba, uno de los más grandes eruditos del judaísmo, escribió que, si los otros libros de la Biblia son santos, Cantares es el “santo de los santos” (Megillah 7ª). También escribió que “el mundo alcanzó su valor supremo sólo en el día en que Cantares fue dado a Israel” (Yadayim iii. 5).

The Jamieson, Fausset y Brown Commentary [Comentario de Jamieson-Fausset-Brown] señala que la base para incluir Cantares en la Biblia es sólida: “Su canonicidad es indiscutible: se encuentra en todas las Escritura hebreas [manuscritos]; también en el manuscrito griego [Septuaginta]; en los catálogos de Melito, obispo de Sardis, 170 d.C. (Eusebio, S.E., iv, 26), y otras fuentes de la antigua Iglesia” (p. 488).

Cantares como parte de las Sagradas Escrituras está bien documentado.

Resumen de Cantares

¿Por qué inspiró Dios este libro y cuáles son las lecciones que podemos aprender que son útiles para nosotros hoy en día?

Uno de los desafíos para entender adecuadamente el significado de este libro es que es difícil determinar quién está hablando con quién a lo largo del libro. Varias ediciones bíblicas y ayudas para el estudio han intentado identificar a los oradores de los diálogos insertando subtítulos a lo largo del libro. Sin embargo, en el texto original, no existen tales elementos. Es importante identificar a los oradores en el contexto real.

Las divisiones modernas más populares suelen tener dos personajes principales, el novio/esposo masculino y la novia/esposa femenina (junto con los coros o estribillos de las hijas de Jerusalén y los hermanos de la joven).

El libro describe a la joven sulamita que espera con ansias las nupcias con su futuro esposo, la alegría de su boda, y la intimidad de ellos después del matrimonio. Es muy probable que el novio sea el rey Salomón, quien es el único hombre que se nombra explícitamente en el libro.

Dos temas principales

Hay dos temas principales en este notable libro que justifican plenamente su inclusión en las Sagradas Escrituras y lo hacen valioso para el estudio de hoy.

1. El libro en su totalidad defiende el valor de la pureza moral.

El amor verdadero, tal como lo define Dios, nunca transige con la ley moral de Dios, por ninguna razón y bajo ninguna circunstancia.El amor verdadero, tal como lo define Dios, nunca transige con la ley moral de Dios, por ninguna razón y bajo ninguna circunstancia. Este libro y toda la Biblia dejan muy claro que los hombres y las mujeres han de mantenerse moralmente puros para el matrimonio. Es un acto de lealtad a un futuro compañero, incluso antes de saber quién será esa pareja —para así mantener

la pureza sexual.

El apóstol Pablo deja claro este punto al escribir lo siguiente en una carta a la iglesia de Corinto: “Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (1 Corintios 6:18-20).

Pablo también explica que Dios no hizo el cuerpo humano para la inmoralidad sexual (1 Corintios 6:13). El estar involucrado en cualquier actividad sexual fuera del vínculo del matrimonio es un uso erróneo de nuestro cuerpo.

Cuando compramos un electrodoméstico o una computadora nueva, generalmente hay un manual de instrucciones que viene con el artículo. Por ejemplo, las instrucciones de funcionamiento de una nueva cortacésped podrían decir: “No usar en agua”. Si tratamos de ignorar esas instrucciones y tratamos de cortar las malezas al borde de un estanque de agua o lago, descubriremos que el cortacésped no funciona correctamente en el agua.

De la misma forma, Dios inspiró su libro de instrucciones para explicarnos que Él no hizo el cuerpo humano para la inmoralidad sexual. Podemos ignorar esas instrucciones, pero hay un alto precio que pagar —así lo dicen las Escrituras.

The Soncino Commentary [Comentario de Soncino] explica: “El amor transfigura y santifica, pero es una bendición que debe ser cuidada y protegida celosamente para que no se abuse de ella. Este libro muestra al amor como un premio que sólo disfrutan los puros y sencillos, una alegría que no puede experimentar un monarca que sólo busca su placer y las damas perezosas de su corte. Es una satisfacción reservada a los que se mantienen fieles e inmutables, pero que es negada a los inmorales y libertinos” (Dr. A. Cohen, The Five Megilloth [Los cinco pergaminos], “Introducción a Cantares”).

2. El libro describe la belleza de la intimidad sexual en el matrimonio.

Hay muchos que han enseñado, y que incluso enseñan hoy en día, que el sexo es pecado. La Biblia no enseña tal cosa. El sexo es un don de Dios, una parte placentera de la relación matrimonial que tiene la bendición del Creador cuando se disfruta apropiadamente dentro de los límites del matrimonio. La Palabra de Dios define el matrimonio como una institución entre un hombre y una mujer (Mateo 19:5-6).

Cuando el primer hombre, Adán, y su esposa, Eva, fueron creados, Dios Todopoderoso los puso solos en el Jardín del Edén: “Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban” (Génesis 2:25). Cuando Dios creó a Eva como una ayuda idónea para el hombre, se la trajo él, y Dios dio su aprobación acerca de la sexualidad de su relación dentro del matrimonio: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (v. 24).

Parte de la belleza y el encanto de este libro proviene del hecho de que no se trata de un amor sexual separado de las otras formas de amor. Tenga en cuenta que el hombre se refiere a su novia como “hermana, esposa mía” (Canción de Salomón 4:9, 12; 5:1-2). Su amor por ella no era solamente sexual, sino que también involucraba una forma de afecto familiar expresado en el término cariñoso de “hermana mía”.

En este marco de amor sexual expresado sólo en el matrimonio, de una manera cariñosa, amorosa y desinteresada, Cantares incluye un lenguaje explícito que explora los aspectos placenteros del afecto sexual. El libro está lleno de metáforas como la mirra, las especias, el incienso el vino y el panal, y este lenguaje insinúa suavemente el amor erótico, así como un lenguaje más explícito, especialmente hacia el final del libro.

Hay mucho más que aprender

Sólo hemos estudiado algunas de las lecciones significativas y útiles que podemos aprender de los ocho capítulos de Cantares, un libro que exalta la belleza del placer sexual dentro del matrimonio, así como la importancia de abstenerse del sexo fuera de los lazos sagrados del matrimonio.

Ojalá esta información le sirva para motivarlo a leer y estudiar este libro y todos los libros de la Biblia y así aprender de las muchas verdades maravillosas que contienen.

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