Profetas Menores

¿Quiénes fueron los Profetas Menores—a veces llamados “los doce”—y acerca de qué profetizaron? ¿Son estos libros importantes en la actualidad?

La Santa Biblia es distinta de cualquier otro libro que se haya escrito, pues sus autores fueron inspirados directamente por Dios. De hecho, podríamos estudiarla durante toda una vida y nunca dejaría de inspirarnos y enseñarnos cosas nuevas. Pero, ¿cuánto sabemos realmente de su contenido? ¿Leemos sólo algunas partes de este libro e ignoramos otras—como los Profetas Menores—porque nos parecen ajenas y obsoletas?

Si es así, es importante recordar lo que Pablo escribió en 2 Timoteo 3:16: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”.

En este pasaje, el apóstol se refiere a las escrituras hebreas que Timoteo conocía desde su niñez (v.15), los 39 libros que hoy conforman el Antiguo Testamento de nuestras Biblias. Estos libros se dividen en tres grandes grupos: la Ley, los Profetas y los Escritos.

Y probablemente el grupo meno leído y comprendido de los tres es el de los Profetas. En general, las personas están mucho más familiarizadas con los libros de la Ley (como Génesis y Éxodo) y los Escritos (como Salmos y Proverbios) que con los libros proféticos (como Habacuc y Abdías).

Pero, ¿quiénes fueron estos profetas que escribieron tantos libros del Antiguo Testamento? ¿A quienes iban dirigidos sus libros y acerca de  qué escribieron? ¿Son sus escritos importantes para nosotros en la actualidad y, si es así, cuán importantes? ¿Qué podemos aprender de estos antiguos profetas en cuanto a la justa doctrina, amonestación, corrección e instrucción?

¿Por qué “Profetas Menores”?

Los expertos han dividido los libros proféticos del Antiguo Testamento en varios subgrupos. Dos de estos son los Profetas Mayores y Profetas Menores. Pero esta clasificación es totalmente subjetiva y no implica que algunos profetas sean menos importantes o relevantes que otros. De hecho, estos subgrupos fueron nombrados principalmente con base a la longitud de los libros que contienen, lo cual queda claro en la siguiente tabla:

Profetas Mayores

 
Libro Número de capítulos
Isaías 66
Jeremías 52
Ezequiel 46
   

Profetas Menores

 
Libro Número de capítulos
Oseas 14
Joel 3
Amós 9
Abdías 1
Jonás 4
Miqueas 7
Nahúm 3
Habacuc 3
Sofonías 3
Hageo 2
Zacarías 14
Malaquías 4

Claramente, los libros de Isaías, Jeremías y Ezequiel son más largos que Abdías, Nahúm y los otros 10 libros agrupados como Profetas Menores, y es muy probable que los primeros también sean más leídos y conocidos. A veces incluso se dice que los 12 Profetas Menores corresponden a la “sección blanca” de la Biblia, pues sus hojas tienden a estar menos gastadas por el uso que las de los Salmos o los Evangelios.

Jesucristo citó a todos los profetas

Sin embargo, Jesús  utilizó citas de todos los libros proféticos para explicar diferentes cosas acerca de Sí mismo. Cómo leemos en Lucas 24:27: “comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, [Jesucristo] les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían” (énfasis añadido).

Y en el mismo capítulo, Cristo dijo: “Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras” (vv. 44-45).

Si los Profetas Menores no fuesen de importancia para nosotros, ¿por qué Dios usaría a 12 escritores diferentes para registrar las profecías en instrucciones que encontramos en sus libros? ¿Y por qué Jesús diría que todos los profetas eran necesarios para explicar cosas sobre su persona?

¿Qué podemos aprender de los Profetas Menores?

A medida que usted comience a profundizar en los libros de los Profetas Menores, descubrirá que:

  • Cada uno de ellos fue escrito por inspiración de Dios.
  • Los mensajes que contienen son aplicables en toda época de la historia.
  • Contienen muchos principios importantes para la vida cristiana.
  • Los eventos históricos que relatan son para instruirnos en la actualidad.
  • Estos libros demuestran  que Dios ha trabajado con los humanos a través de la historia.
  • Contienen inspiradores ejemplos de personas que fueron fieles aun en momentos muy difíciles.
  • Nos ayudan a entender las causas y efectos de ciertos eventos de la historia humana.
  • Nos ayudan a entender mejor la manera de pensar y la misericordia de Dios.
  • Demuestran la dualidad de los eventos históricos narrados de la Biblia.

Sin duda, a pesar de que fueron escritos hace más de 2.400 años y nos hablan de imperios muy antiguos, como Asiria y Babilonia, los 12 Profetas Menores tienen mucho que enseñarnos en el presente. Como Pablo escribiera en 1 Corintios 10:11: “estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos”.

Aquí el apóstol se refiere específicamente a los incidentes que el pueblo de Israel vivió durante su viaje por el desierto antes de entrar a la Tierra Prometida; si bien esto ocurrió cerca de 3.500 años atrás, Pablo está diciendo que debemos aprender de su ejemplo aun ahora. El principio es claro: los relatos bíblicos de cosas que sucedieron miles de años atrás están ahí para que nosotros las leamos y aprendamos de ellas en el presente.

Cada uno de los libros de la Biblia ha sido preservado por inspiración directa de Dios y contiene información útil y relevante para todo ser humano, sin importar la época en que viva. Los libros de estos profetas no fueron escritos solo para pueblos antiguos de los siglos VI, VII y VIII a.C., también fueron escritos para nosotros en el presente. Es probable que ni aun ellos hayan entendido el alcance de sus mensajes en cuanto al  futuro, pero Dios sí lo sabía y es por esto que preservó sus voces para que las escuchásemos hoy en día.

Estudiar los libros de los Profetas Menores será de mucho beneficio  para quien desee comprender mejor la naturaleza de Dios y su plan para la humanidad.

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