¿Acaso en el libro de Romanos se subraya la importancia de la fe a expensas de la ley? ¿Deben los cristianos elegir vivir por la una o la otra? ¿O son la fe y la ley inseparables?
La epístola de Pablo a los Romanos fue escrita en 57 o 58 d.C. Y es quizás, la más conocida y la más leída de todas las epístolas de Pablo. En la mayoría de las Biblias es el primer libro después de Hechos, como si fuera la primera epístola de Pablo. Pero, independientemente de cuando fuera escrita, Pablo ya había escrito cinco de sus epístolas: Gálatas, 1 Tesalonicenses,
2 Tesalonicenses, 1 Corintios y 2 Corintios.
Romanos es la epístola más larga de Pablo. Un hecho interesante es que en Romanos la palabra griega para “ley” (nomos) se usa 75 veces —más que ambas palabras “gracia” (charis, 25 veces) y “fe” (pistis, 40 veces) combinadas. Ningún otro libro de la Biblia tiene tantas referencias a la palabra “ley”. Sin embargo, la pregunta más relevante es, ¿apoya Romanos la idea de que la ley ha sido abolida?
Resumen
A continuación presentamos siete subdivisiones de Romanos, seguidas de una discusión con los puntos claves en cada sección (ya que éste es un artículo general no podemos cubrir todos los aspectos importantes en el libro de Romanos).
- Obediencia a la fe (Romanos 1:1-17).
- El mundo entero es culpable (1:18-3:20).
- Justificación por medio de la fe (3:21-5:21).
- Libres de la ley del pecado (6:1-8:39).
- Dios, Israel y los gentiles (9:1-11:36).
- Datos prácticos de la vida de un cristiano (12:1-15:13).
- Mensajes personales, saludos y bendiciones (15:14-16:27).
Obediencia a la fe (1:1-17)
En Romanos 1:5 Pablo escribió “y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre”.
Pablo dice que “obediencia a la fe” era la fuerza que impulsaba su apostolado. Pero, ¿cómo puede una persona obedecer por fe? Hay por lo menos dos formas en las cuales esta expresión apoya obras fieles.
- En el griego la palabra para “fe” es un sustantivo genitivo, generalmente precedido por “de”. Aquí, la obediencia es parte de la fe o es producida por fe. Pablo siempre apoyó obras de obediencia que nacen de la fe. De la misma manera, el apóstol Santiago escribió, “la fe sin obras es muerta” (Santiago 2:20).
- Esta expresión en términos generales puede expresar obediencia al “conjunto de doctrinas que él enseña” (Nelson’s New Illustrated Bible Commentary [El nuevo diccionario ilustrado de la Biblia, Nelson]). La fe incluye los requisitos para observar las doctrinas escritas en la Biblia, no solamente asuntos de conciencia o los sentimientos de una persona.
Los actos de obediencia son obras. Cuando obedecemos reglamentos, estamos haciendo algo, sin importar si estamos siguiendo órdenes u otro acto de amor. Obediencia a la fe incluye el obedecer las doctrinas y leyes bíblicas.
El mundo entero es culpable (1:18-3:20)
Primeramente, la culpabilidad de los gentiles se discute en el capítulo 1.
“Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:20).
La creación de Dios es un recordatorio perpetuo del Creador. El rechazo de los gentiles a este hecho fundamental se vio reflejado en la idolatría (v. 23).
Esto también condujo a una sabiduría falsa, como es el caso hoy en día con los evolucionistas que niegan la existencia del Creador: “Profesando ser sabios, se hicieron necios” (v. 22).
El rechazo a esta evidencia del mundo natural los incitó a prácticas idólatras, ya que “cambiaron la verdad de Dios por la mentira” y adoraron a las criaturas en vez de adorar al Creador (v. 25).
Su rechazo al Creador de la naturaleza también contribuyó a su ceguera en relación a otras áreas de su diseño, como las relaciones naturales entre hombres y mujeres:
- “Concupiscencias de sus corazones” (v. 24). Prostitución va acompañada de idolatría.
- Homosexualidad, “dejando el uso natural” del sexo opuesto para tener relaciones con el mismo sexo (vv. 24-27).
Se puede decir que había un pecado generalizado (vv. 28-31).
Luego, el capítulo 2 muestra la culpabilidad de los judíos.
“Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?” (2:23).
Nótese que el quebrantar la ley deshonra a Dios. De la misma manera, el guardar la ley es una forma de honrar a Dios.
Nótese que el quebrantar la ley deshonra a Dios. De la misma manera, el guardar la ley es una forma de honrar a Dios. Ya habían pasado 25 años desde la resurrección de Jesucristo, y muchas leyes de Dios todavía no habían sido abolidas.
“Si, pues el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión?” (v. 26).
Pablo muestra que la ley de la circuncisión no es una de esas “ordenanzas de la ley” (como por ejemplo los mandamientos mencionados en los versículos 21-22; ver también 1 Corintios 7:19).
Justificación por la fe (3:21-5:21)
Implica esto que la justificación es solamente por fe, es decir que la ley es abolida? Considere el ejemplo de Abraham:
“Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia” (Romanos 4:2-3).
Esta escritura (Génesis 15:6) es citada tres veces más en el Nuevo Testamento: Romanos 4:22; Gálatas 3:6; y Santiago 2:23. El pasaje en Santiago nos explica más acerca de este tema:
- “Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras” (Santiago 2:18).
- “Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe” (v. 24).
La justificación no es “solamente” o “exclusivamente” por fe. Uno tampoco es justificado por obras “solamente”. Pero vemos que la fe y las obras son inseparables. De la misma manera, Pablo dice: “Los hacedores de la ley serán justificados” (Romanos 2:13).
Jesucristo asoció los Diez Mandamientos con la “vida eterna” (Mateo 19:16-19). Nosotros no podemos ganar la salvación a través de obras —pero podemos perderla si rechazamos las leyes de Dios.
Libres de la ley del pecado (6:1-8:39)
Enseñó acaso Pablo que nosotros estamos “libres de la ley”? Examinemos más de cerca sus palabras.
“¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás” (Romanos 7:7).
¿Somos libres entonces de codiciar todo lo que nuestro corazón desee, quebrantando así el Décimo Mandamiento? “En ninguna manera!” Los Diez Mandamientos todavía definen lo que es el pecado.
“Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto” (v. 8).
Hoy en día, a esto se le conoce como el síndrome del “fruto prohibido”, el cual alude a la idea de que si Dios no hubiera prohibido a Adán y a Eva comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, nadie hubiera codiciado de su fruto. Así es la naturaleza humana. Pero Pablo no estaba en contra de la ley:
- “De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno” (v. 12).
- “Porque los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden” (8:7).
No es que seamos libres de la ley de Dios —sino que hemos sido librados de “la ley del pecado y de la muerte” (8:2).
Dios, Israel y los gentiles (9:1-11:36)
Dios tiene un plan maestro, y Él es el que decide cuándo y cómo Él va a lidiar con las personas (Romanos 9:14-18). Hay varios ejemplos que resaltan la misericordia suprema de Dios: “Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca” (v. 15). Dios trabaja en forma misteriosa, pero su máximo propósito es siempre “hacer notorias las riquezas de su gloria” (v. 23).
Romanos 10:4 contiene otra declaración acerca de la ley la cual se malinterpreta fácilmente: “porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree”. Acaso este versículo apoya la noción generalizada en la actualidad de que la ley no es válida? No. Pablo ya había dicho que la ley no está abolida: “los hacedores de la ley serán justificados” (2:13; ver también 7:12). Sin embargo, Jesucristo terminó con el sistema por el cual tratamos de ser justos para con Dios guardando solamente la ley, sin la fe en Cristo.
La palabra griega “fin” (telos) también puede indicar el “propósito, intención, meta” (Louw-Nida Lexicon [Léxico, Louw-Nida]). Este significado tiende a ser usado en traducciones que respaldan las prácticas judeo-cristianas que están basadas en la ley de los cristianos del primer siglo. Por ejemplo Las Escrituras 2009 dice: “el Mesías es la meta del Torá para justicia para cualquiera que crea”. Una anotación acerca de esta palabra “meta” dice: “O propósito final; no finalizar”. También, The Complete Jewish Bible [La Biblia completa judía] dice: “Porque la meta que el Torá quiere alcanzar es el Mesías” (David Stern). Por lo tanto, nuestra meta debería ser comportarnos como Jesucristo.
Después de que Cristo perdonara a la mujer adúltera, Él dijo: “vete y no peques más” (Juan 8:11). Cuando Él perdonó su pecado no terminó con el Séptimo Mandamiento (“No cometerás adulterio” Éxodo 20:14).
El capítulo 11 explica que Israel no está perdido. Pablo establece este punto cuando menciona nuevamente el tema de la naturaleza, donde los israelitas son las “ramas naturales” y los gentiles las ramas “silvestres”.
“Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados [el linaje original] en su propio olivo?” (Romanos 11:24). Por lo tanto, los gentiles se convirtieron en judíos “en lo interior” (2:29).
Datos prácticos de la vida cristiana (12:1-15:13)
Pablo les exhortó que usaran los “dones” que Dios da para servir, “a la medida de la fe” en siete áreas diferentes (Romanos 12:6-8):
- Profecía (entendimiento y discurso inspirados).
- Ministerio (servicio).
- Enseñanza.
- Exhortación
- Dar
- Liderazgo.
- Misericordia.
El capítulo 13 empieza diciendo que hay que ser respetuoso con los que tienen cargos políticos. “Sométase toda persona a las autoridades superiores… y las que hay, por Dios han sido establecidas” (13:1).
Éste puede ser una ordenanza difícil de seguir, así como lo fue cuando Pablo lo escribió. Consideremos las autoridades que gobernaban en el tiempo de Pablo. El emperador Nerón tenía una relación extramarital con Popea, la esposa de su amigo. Él hizo que acuchillaran y mataran a su propia madre, y mandó ejecutar a su esposa. Después de casarse con su amante, “Nerón mató a Popea con una sola patada en el vientre” (history.com).
Obviamente, la moral de los líderes políticos de ese entonces no podía determinar si los cristianos debían mostrar respeto a las autoridades o no.
Después Pablo resalta el cumplimiento de la ley a través del amor.
“Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo…el cumplimiento de la ley es amor” (vv. 9-10).
¿Era este cumplimiento algo nuevo? No. El último mandamiento que se menciona arriba viene de Levítico 19:18. La palabra griega para “cumplimiento” puede significar “llenar (lleno), completar (completo)” (Bauer’s Lexicon [ Léxico de Bauer]). Pablo también dijo: “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo” (Gálatas 6:2). El sobrellevar las cargas de los otros no acaba con la ley de Cristo, sino que la cumple —o la completa! De la misma forma el amor tiene un impacto importante en los Diez Mandamientos.
Romanos 14 resalta los diferentes asuntos dietéticos.
- Comer verduras o carne (14:1-4).
- Comer o ayunar en un día específico (vv. 5-6).
- Comer carne ofrecida a los ídolos (vv. 14-16).
La palabra griega traducida como “inmundo” en el versículo 14 (koinos) significa ritualmente inmundo (por ejemplo, la carne de vacuno ofrecida a los ídolos que se vende en el mercado), no se refiere a comidas que están prohibidas en la Biblia (como cerdo, mariscos, etcétera). Aquí alguien “débil en la fe” (v. 1) lo “considera” inmundo (v. 14). Ésta es la razón por lo que era un asunto de conciencia.
Mensajes personales, saludos y bendiciones (15:14-16:27)
Después de contar sus experiencias y sus planes, Pablo saluda a varias personas antes de ofrecer sus bendiciones “según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe” (Romanos 16:26).
Esta expresión, “obedezcan a la fe,” se usa solamente dos veces en la Biblia —ambas en el libro de Romanos. Pablo utiliza esta expresión como una forma de apertura y cierre, como introducción y final de su increíble epístola.
“Al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amen” (v. 27).