Es importante para los estudiantes de la Biblia familiarizarse con Judas —un libro poco leído e incomprendido.
William Barclay, en su Daily Study Bible Series [Series de estudio bíblico diario], hace la siguiente observación: “Cuando realmente entendemos el mensaje de Judas… su carta se convierte en uno de los escritos más interesantes acerca de la historia de la Iglesia primitiva y posee aún más relevancia hoy en día. Ha habido momentos en la historia de la Iglesia, especialmente en tiempos de resurgimiento cuando Judas se ha convertido en uno de los libros más relevantes en el Nuevo Testamento” (p. 157, énfasis añadido).
Antecedentes históricos de Judas
En el versículo 1 el autor se identifica a sí mismo como el “hermano de Santiago”. La mayoría de los eruditos están de acuerdo en que él era el medio hermano de Jesús quien se menciona en Mateo 13:55.
Hacia el final del cuarto siglo, aquellos que hicieron una lista de los libros que formaban parte del Nuevo Testamento, reconocieron a Judas como un libro inspirado por Dios. Al principio, algunos teólogos estaban reticentes a aceptarlo, debido al hecho que algunos versículos en Judas son similares a los de 2 Pedro, especialmente el capítulo 2. Pero esto simplemente puede explicarse diciendo que Dios usa repeticiones con el propósito de resaltar y establecer sus importantes verdades.
Propósito de Judas
Judas nos dice que inicialmente su intención era escribir una carta más general acerca de “nuestra común salvación”, pero después se enteró de que se habían infiltrado falsos maestros en la Iglesia (“algunos hombres han entrado encubiertamente”), y estaban enseñando lo opuesto a las doctrinas establecidas (vv. 3-4).
“El propósito de la epístola claramente era proteger a la Iglesia cristiana de esos falsos maestros, quienes transformaban toda religión en creencias especulativas, y en manifestaciones externas; y trataban de atraer a los discípulos a la insubordinación y libertinaje” (Joseph Angus, The Bible Handbook [Manual de la Biblia], pp. 749-750).
¿Quiénes eran los herejes?
Estos herejes negaban el señorío de Jesucristo, y estaban cambiando su gracia (favor) por prácticas inmorales y licenciosas (v. 4).
Primeramente, al negar al “único Dios y nuestro Señor Jesucristo”, ellos parecieran ser los primeros gnósticos. Gnosticismo era una filosofía que se difundió a través de todo el Imperio Romano al final del primer siglo.
“Ellos se veían a sí mismos como intelectuales —que poseían un conocimiento superior de Dios. Hacían una distinción muy marcada entre lo espiritual (lo cual era puro), y lo material (lo cual era malvado). En la práctica esto llevó a la inmoralidad —porque ellos creían que nada de lo que se le hiciera al cuerpo podía manchar la pureza del espíritu. Esto también llevó a la negación de la naturaleza humana de Cristo —la cual según ellos no fue real, o que sólo fue temporal. Según ellos, el Cristo —al ser espíritu— no podía haber muerto” (David and Pat Alexander, The Lion Handbook of the Bible [Manual de la Biblia de Lion], p. 640).
Segundo, al parecer estos heréticos eran antinomianos. C Collins English Dictionary [Diccionario inglés] define antinomianismo como “la creencia de que al tener fe, el cristiano ya no tiene la obligación de observar la ley moral”. Se empeñaban en pervertir la gracia, al afirmar que los cristianos ya no necesitaban guardar la ley. Para ellos la gracia era suprema, y mientras más pecaban las personas, más abusaban de la gracia. Y así, ellos se convirtieron en ley para sí mismos, y nada les era prohibido.
A causa de su preocupación por los miembros de la Iglesia, Judas se propone combatir a estos maestros renegados, y las serias amenazas que representaban.
Resumen de Judas
Versículos 1-2
Judas envía la epístola a las siguientes personas:
- “Llamados” o los escogidos, como se les llama a los cristianos (Mateo 24:24, 31; Colosenses 3:12; 1 Pedro 1:2).
- “Santificados”, amados y separados (para un propósito).
- “Guardados”, cuidados y protegidos.
Judas expresa su deseo de que la misericordia, paz y amor les sean multiplicados a ellos (v. 2).
Versículos 3-4
Judas deja de lado una carta que originalmente estaba escribiendo acerca de la salvación en común que todos los cristianos compartimos. En su lugar, él se da cuenta que había una necesidad más urgente, la cual era enfrentar la invasión de falsos maestros dentro de la Iglesia. El fundamento del cristianismo debe defenderse y protegerse con firme determinación (“contendáis ardientemente por la fe”). Él se daba cuenta de que las doctrinas fundamentales, encomendadas a la Iglesia para ser resguardadas, estaban siendo atacadas, y entonces él procede a organizar a los miembros para que se unieran en contra de estos falsos maestros.
Tenga en cuenta que estos hombres que se habían infiltrado en la Iglesia eran “impíos” conocidos por su “libertinaje” e indecencia —(inmoralidad total), y ellos negaban a ambos, Dios el Padre y Jesucristo. ¡No es de sorprenderse entonces que Judas estuviera motivado por un sentido de urgencia al querer aplacar estas enseñanzas falsas y engañosas!
Versículos 5-7
Lecciones del Antiguo Testamento: Los antiguos israelitas fueron elegidos por Dios, y Él les dio sus leyes. Sin embargo cuando ellos desobedecieron y se olvidaron de las leyes de Dios, ellos fueron castigados, y algunos hasta murieron por tal desobediencia. El saber las leyes de Dios no garantiza la salvación. El conocimiento tiene que ir acompañado de santidad y justicia (v. 5).
Los ángeles a quienes se les había dado cargos privilegiados de autoridad, abusaron de su poder y están en “en prisiones eternas” esperando el juicio final (v. 6).
La población de Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas fueron destruidas como resultado de sus caminos abominables (v. 7). La ley afirma que la consecuencia del pecado es la pena de muerte, y nadie es la excepción (Romanos 6:23).
Judas usa estos ejemplos del Antiguo Testamento como evidencia de lo que les espera a aquellos culpables de apostasía y de enseñar falsas doctrinas.
Versículos 8-19
Judas describe el carácter y la forma de pensar de estos engañadores.
A pesar de las advertencias que se encuentran en el Antiguo Testamento, estos falsos ministros persistían en sus caminos engañosos. Estos eran “soñadores”, que seguramente creían poseer un conocimiento especial que les había sido revelado, el cual es totalmente contrario a los principios que se describen en Deuteronomio 13:1-5. Ellos habían corrompido sus cuerpos, hablaban engaño y despreciaban la autoridad, especialmente dentro de la Iglesia (v. 8).
Judas usa el ejemplo del arcángel Miguel cuando “contendía con el diablo”, y quien no se dejó arrastrar en una disputa con Satanás (v. 9). ¿Por qué? Es muy probable que él no quisiera tener un espíritu contencioso y acusatorio que es parte de la naturaleza de Satanás. A Satanás le encanta acusar, especialmente a los verdaderos cristianos (Apocalipsis 12:10). Estos falsos ministros cayeron en la trampa del espíritu acusatorio del diablo.
En el versículo 11 Judas usa tres ejemplos de individuos del Antiguo Testamento, quienes rechazaron las verdades de Dios, siguiendo los caminos de la codicia y la rebelión.
- Caín fue el primer asesino, quien mató a su hermano por sus celos y egoísmo.
- El segundo fue Balaam. William Barclay afirma: “Balaam representa dos cosas. (a) Él simboliza al hombre codicioso que estaba dispuesto a pecar para ganar una recompensa. (b) Él representa al hombre malvado quien era culpable del mayor pecado de todos —el enseñar a otros a pecar” (p. 191).
- El tercero fue Coré, quien se negó a someterse a la autoridad de Moisés, y convenció a otros a rebelarse contra él. Coré y los otros rebeldes fueron destruidos a causa de su rebelión (Números 16).
Judas denuncia el carácter depravado de estos individuos como despreciable y detestable (vv. 12-16). Cada palabra o frase que Judas usa tiene un significado profundo, que muestra claramente el carácter corrupto de estos individuos.
En los versículos 14-15 Judas cita a Enoc. Esta cita también se encuentra en el libro apócrifo de Enoc, y se refiere a Cristo regresando a la Tierra para ejecutar juicio a los que no se arrepienten, “a los impíos” que “han hablado contra él”. Aunque Judas reconoció la autenticidad de esta cita, el libro de Enoc no es reconocido o aceptado como un libro inspirado y por lo tanto no está incluido en el canon de la Biblia.
En los versículos 16-19 Judas es muy duro al condenar los falsos ministros.
Él los describe de la siguiente manera:
- Murmuradores y querellosos.
- Hombres que adulan solo para obtener ganancias personales.
- Burladores de Dios y sus verdades.
- Se caracterizan por tener deseos malvados.
- No tienen el Espíritu de Dios.
- Causan divisiones.
- Son egoístas y andan en sus propios deseos.
Versículos 20-23
Después, Judas habla acerca de la conducta de los cristianos en esta crítica situación.
La conducta de ellos debería estar motivada por el poder del Espíritu Santo morando en ellos, creciendo en confianza a través de la fe y constante oración. Esto es lo que deberían hacer, recordando la promesa de la vida eterna que nuestro Dios amoroso les ofrece. La “santísima fe” puede ser también una referencia al conjunto de creencias (doctrinas) de la Iglesia.
En los versículos 22-23 Judas les recuerda a los verdaderos cristianos que tienen un deber hacia aquellos que hayan tropezado como resultado de las falsas enseñanzas. Algunos de ellos pueden estar al borde de aceptar estas errores, mientras que otros puede que ya hayan aceptado el camino equivocado. Cuando sea posible, es importante ayudar a estas personas por medio de la compasión y comprensión.
Versículos 24-25
En esta sección, Judas alienta a la Iglesia a mantenerse firme cuando vengan las crisis. Su mirada debe estar puesta en Dios, y creer que Él es capaz de hacer por ellos mucho más de lo que se imaginen o pidan (Efesios 3:20). Dios tiene todo el poder, dominio y majestad, y finalmente, Él va a vencer sobre toda maldad (1 Corintios 15:57-58).
Información general
Judas usa tríos (conjunto de tres) para hacer énfasis:
- Hay dos sets de tríos en los saludos introductorios: llamados, santificados y guardados (v. 1), y misericordia, paz y amor (v. 2).
- Hay tres ejemplos del castigo divino: los israelitas que no creyeron a Dios, los ángeles rebeldes, Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas (vv. 5-7).
- Hay tres ejemplos de maldad: Caín, Balaam y Coré (v. 11).
- Hay tres clases de hombres malos: murmuradores, querellosos (descontentos) y aquellos que adulan para ganancia personal (v. 16).
Judas es muy claro y directo al usar ejemplos del Antiguo Testamento como evidencia contra las obras malvadas de estos falsos profetas. Él usa el Antiguo Testamento para ilustrar el Nuevo Testamento, lo que prueba que Judas tenía en alta estima las Escrituras del Antiguo Testamento.
Hay que tener fe en el plan de Dios
Dios desea que todos los humanos tengan acceso a su plan de salvación (1 Timoteo 2:4; 2 Pedro 3:9). David siempre tenía muy presente las promesas de Dios: “Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre” (Salmos 16:11).
Estos falsos profetas ponían mucho énfasis en el presente y valoraban muchísimo lo temporal y la existencia física. Judas por el contrario, se concentraba en las promesas de Dios que se extienden más allá del presente y del ahora.
De la misma manera el apóstol Pablo afirmó en 1 Corintios 2:9: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman”. Dios como nuestro Creador, nos ha revelado un conocimiento profundo, más allá de lo que la mente humana puede comprender sin el Espíritu Santo.
A cada uno de nosotros se nos ha dado la oportunidad de creer en Dios y aceptar sus promesas que Él ha preparado para nosotros. Aprenda más acerca de cómo creer en Dios y tener una relación más cercana con nuestro Creador en nuestra sección acerca de la “Fe”.