Versiculos Para Meditar

A mí lo hicisteis

Mateo 25:40   

Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

Mateo 25 continúa con la parábola de las ovejas y los cabritos. Jesús explica que en el juicio que habrá de venir, Él va a separar aquellos que van a ser juzgados, así como un pastor separa las ovejas de los cabritos. La parábola muestra un aspecto fundamental de ese juicio que se va a basar en la forma en que nosotros tratamos a los demás.

Los versículos 34-36 explican lo que Cristo está buscando: “Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí”.

Los que van a estar siendo juzgados tendrán una pregunta obvia: ¿cuándo hicieron ellos algunas de estas cosas por Jesucristo? Ciertamente las habrían hecho si lo hubieran visto en necesidad, pero no habían tenido esa oportunidad.

Ahí es cuando Jesús —el Rey— revela de qué forma analiza Él las cosas. Todas las personas son sus hermanos y hermanas. Entonces Él dice que servir incluso a aquellos que son considerados “menos” por los demás, ¡es como servirlo a Él mismo!

Después viene una inquietante advertencia. Aquellos que estén a  mano izquierda del Rey se van a dar cuenta, de que no servir a las personas que ellos consideraban menos fue una afrenta para Cristo. Él les va a decir: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” (Mateo 25:41; si desea más información para entender este castigo, lo invitamos a ver el artículo “¿Qué es el infierno?”).

Si usted desea más información acerca de la vida de servicio a la cual nos llamó Cristo, lo invitamos a leer “¿Qué es un cristiano?”.