Ayuno: La preparación de Cristo para enfrentarse a Satanás

Mateo 4:1-2  

Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.

Jesucristo ayunó 40 días y 40 noches, como a Moisés y a Elías se les había permitido hacer de manera sobrenatural cuando se encontraron con Dios (Éxodo 34:28; 1 Reyes 19:8). Jesús habría usado este tiempo para comunicarse y fortalecer su relación con su Padre, por lo tanto, cuando se enfrentó a las tentaciones del diablo al final de los 40 días, Él estaba extremadamente débil a nivel físico, pero fuerte espiritualmente.

Como el apóstol Pablo hizo notar también, “Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Corintios 12:10).

El enfoque y la prioridad de Cristo en el pan espiritual —“toda palabra que sale de la boca de Dios”— sirve como una lección importante para nosotros también (Mateo 4:4).

Para más información acerca del pan espiritual, le invitamos a leer nuestros artículos: “Cómo estudiar la Biblia” y “La tentación de Jesús en el desierto: ¿qué podemos aprender?”.

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