Versiculos Para Meditar

Bienaventurados los pobres en espíritu: un llamado a la humildad

Mateo 5:3   

Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Mateo comienza el recuento del Sermón del Monte de Jesucristo con una lista de bendiciones que se conocen como Bienaventuranzas (del latín beatus, que significa “bendecido”). Muchas de las bienaventuranzas señalan un contraste entre una condición que no parecería ser una bendición con la recompensa final que los cristianos fieles van a recibir por tener esa condición.

Pobre en espíritu se refiere a la actitud humilde de una persona que reconoce su pobreza espiritual y necesita depender de Dios.

Lucas incluye una cita similar que parece recalcar la pobreza física: “Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios” (Lucas 6:20). Es probable que Jesús se estuviera refiriendo a ser pobre de espíritu aquí también, pero la escritura muestra que con frecuencia el pueblo de Dios ha sido víctima de persecución y de opresión a través de la historia. La pobreza física le puede ayudar a un cristiano a recordar la necesidad de confiar humildemente en Dios para sus necesidades físicas y darse cuenta de que la verdadera recompensa va a venir en el Reino de Dios.

“La pobreza en si misma no es el tema principal; se puede convertir en una ventaja sólo si promueve la humildad delante de Dios. En otras palabras, ser pobre en espíritu no es una falta de carácter si no que es reconocer la bancarrota espiritual en la que uno se encuentra y la necesidad de depender solo de Dios” (Comentario Bíblico de Zondervan NVI, Vol. 2, nota de Mateo 5:3).

Lo invitamos a leer nuestro artículo “Bienaventurados los pobres en espíritu”. Para más información acerca de las Bienaventuranzas, lo invitamos a ver “Bienaventuranzas: las claves para la verdadera felicidad”. Si desea más información acerca de la promesa del Reino, lo invitamos a ver nuestra sección “Reino de Dios”.