Del corazón salen

Mateo 15:19   

Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.

Mateo 15 comienza con la situación de los fariseos ofendidos porque los discípulos de Jesús no seguían sus tradiciones del ritual del lavado de manos. Esto hizo que Jesús no sólo discutiera acerca de sus tradiciones, sino a cuál era la fuente real de corrupción.

Jesucristo les dijo a todos: “No lo que entra en la boca contamina al hombre; más lo que sale de la boca, esto contamina al hombre” (v. 11).

Pedro le pidió que explicara ese concepto y Cristo les mostró lo que era verdaderamente importante. Si alguna suciedad le cae a nuestra comida, es sólo algo físico que va a ser eliminado por el sistema digestivo. Pero lo que sale de nuestro corazón refleja nuestra condición espiritual. Comerse algo que esté con un poco de suciedad no es nada, comparado con quebrantar las leyes de Dios.

Esta historia también la encontramos en Marcos 7 y a menudo es mal interpretada. Este tema lo explicamos en nuestro artículo “Marcos 7: ¿purificó Cristo las carnes inmundas?”.

Para más información acerca de cómo nuestros pensamientos y tentaciones conllevan al pecado, lo invitamos a ver “La tentación”.

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