Dios ama al dador alegre
Cada uno dé como propuso en su corazón; no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
Mientras el apóstol Pablo intentaba motivar a los corintios para reunir la ayuda que habían prometido, quiso asegurarse de que ellos supieran que él no quería que dieran esa ayuda sólo porque tenían que hacerlo —a regañadientes. Él sabía que iba a ser mucho mejor para ellos si daban con un verdadero deseo de ayudar —con alegría.
Saber qué le agrada a Dios —saber lo que Él ama— ¡es un regalo maravilloso! Si somos dadores alegres podemos agradarle a Dios y parecernos más a Él.
Si usted desea saber más acerca del camino del dar, lo invitamos a leer nuestro artículo “El camino del dar”. Si desea saber más acerca de cómo agradar a Dios, lo invitamos a ver “7 formas de agradar a Dios”.