Dios de justicia
Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar; ten misericordia de mí y oye mi oración.
“Dios de mi justicia” también puede ser traducido “Oh mi Dios justo” (Biblia de Estudio NVKJ, nota acerca de Salmos 4:1). Dios es la fuente de toda justicia. El Mesías es llamado “EL ETERNO NUESTRA JUSTICIA” del hebreo YHWH Tsidkenu.
En contraste, humanamente hablando “todas nuestras justicias [son] como trapo de inmundicia” (Isaías 64:6). “No hay justo, ni aun uno” (Romanos 3:10, citado de Salmos 14:1-3). Es a través del sacrificio de Jesucristo que nosotros podemos ser justificados ante Dios. Y para que podamos empezar a esforzarnos por vivir una vida justa es necesario que utilicemos el poder del Espíritu Santo. Reconocer la justicia de Dios debe conducirnos a buscar su ayuda para ser justos tal como Él es.
Si desea profundizar acerca de buscar el Reino de Dios y su justicia, le invitamos a leer “Buscad primero el Reino de Dios”.