Dios ve todo
El Eterno miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido, que buscara a Dios. Todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Dios sabe todo —Él es omnisciente— y Él sabe que toda persona ha pecado. Sólo Jesucristo vivió una vida perfecta, y todos los demás deben buscar su perdón. El sacrificio de Jesucristo es lo único que puede pagar nuestra pena de muerte y justificarnos con Dios.
El apóstol Pablo citó de este salmo para demostrar que todos han pecado (Romanos 3:12). Pablo resume el pensamiento en Romanos 3:23: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. Esto conduce a la muerte; pero debemos dar gracias porque a través del arrepentimiento y el sacrificio de Cristo, “la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23).
Si desea más información acerca del proceso de volvernos del camino de pecado al camino de Dios, vea nuestro artículo “¿Qué es el arrepentimiento?”.