El alborozo de Jerusalén fue oído
Y sacrificaron aquel día numerosas víctimas, y se regocijaron, porque Dios los había recreado con grande contentamiento; se alegraron también las mujeres y los niños; y el alborozo de Jerusalén fue oído desde lejos.
El libro de Nehemías narra los desafíos que enfrentaron Nehemías y los judíos mientras reconstruían los muros de Jerusalén. Se enfrentaron a muchos enemigos externos e intrigas internas. Pero aun así perseveraron y lograron completar esa importante tarea.
Cuando iban a hacer la dedicación del muro, el pueblo estaba preparado para alabar a Dios y celebrar este logro. Nehemías asignó dos grandes coros para que agradecieran a Dios desde lo alto de los recién reconstruidos muros.
El versículo 42 dice que los cantores “cantaban en alta voz” bajo la dirección de Izrahías y el resultado fue una celebración que se podía escuchar desde muy lejos. Ejemplos como este, nos muestran que a Dios le agradan las alabanzas y el regocijo de su pueblo.
Para más información de Nehemías, lo invitamos a leer nuestro artículo acerca de la vida de Nehemías. Si desea más información acerca de nuestro gran Dios creador, lo invitamos a ver nuestra sección “¿Quién es Dios?”.