El deseo de Dios
El cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
En los versículos anteriores el apóstol Pablo nos alienta a orar y dar gracias a Dios por todos, incluso los líderes en autoridad sobre nosotros. Nosotros podemos orar para que los líderes nos permitan vivir en paz, y también para que ellos le permitan a la Iglesia de Dios predicar las buenas noticias del Reino de Dios. Dios tiene el plan de llegar a todos con ese mensaje de esperanza y verdad —ese mensaje que nos dice cómo podemos ser salvos de la pena de muerte del pecado y recibir la oportunidad de vida eterna (Juan 3:16).
No obstante, las Escrituras y la experiencia muestran que este mensaje no ha llegado a todos en la actualidad ni en cualquier otro momento de la historia. Pero eso no significa que Dios ha fracasado. Él tiene el poder de resucitar y planea volver a darles vida a todos los muertos. La maravillosa verdad bíblica de la segunda resurrección es la respuesta real de cómo se llevará a cabo el deseo de Dios. Vea nuestro artículo titulado “Resurrecciones: ¿qué son?”
Este artículo también explica que Dios no forzará a nadie a ser salvo. Parece ser que unas pocas personas rechazarán el amoroso deseo y ofrecimiento de Dios y escogerán la muerte eterna. Pero nosotros creemos que la mayoría aprenderá la verdad, comprenderá el gran anhelo y amor de Dios, y escogerá la salvación —escogerán la vida eterna en el Reino de Dios.
