El espíritu de homicidio
Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
En su Sermón del Monte, Jesucristo expandió y magnificó las leyes de las Santas Escrituras para mostrar más claramente su intención espiritual.
En este pasaje en Mateo 5:21-22 Él muestra que el Sexto Mandamiento abarca más que tan solo matar a otra persona. La actitud de homicidio empieza en nuestros corazones y nuestras mentes y se refleja en nuestras palabras y acciones. El enojo motivado por el egoísmo y las palabras de odio pueden quebrantar el espíritu de la ley contra el homicidio.