El que piensa estar firme, mire que no caiga
Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.
Los antiguos israelitas prometieron obedecerle a Dios y serle fieles (Éxodo 24:3). Cada vez que ellos pecaron y Dios los ayudó a levantarse, probablemente pensaron que ellos podían hacerlo por sus propias fuerzas. Pero rápidamente volvían a sucumbir ante la tentación.
Entonces el apóstol Pablo les advirtió a los cristianos en Corinto —y a nosotros también hoy— que se cuidaran de los mismos peligros.
En lugar de menospreciar a los antiguos israelitas y pensar que nosotros nunca habríamos cedido ante esas tentaciones, debemos redoblar nuestros esfuerzos para evitar caer en las mismas trampas. Debemos estar atentos a las artimañas de Satanás (2 Corintios 2:11).
Si pensamos que somos fuertes y no podemos ser tentados, entonces estamos en grave peligro. Salomón lo expresó de esta manera: “Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu” (Proverbios 16:18).
Si quiere saber más acerca de cómo sobrellevar las tentaciones, lo invitamos a leer “La tentación” de la serie “Pecados capitales”. Si usted desea aprender más acerca del orgullo, lo invitamos a ver “El fariseo y el publicano”.