Envía tu luz
Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán; me conducirán a tu santo monte, y a tus moradas.
El Salmo 43 parece ser la continuación del Salmo 42, repite algunas de las frases y unos temas. El salmista de nuevo describe la injusticia, la opresión y los sentimientos de estar separado de Dios que estaba experimentando (Salmos 43:1-2).
Después le clama a Dios para que le envíe su luz y su verdad. La luz es un símbolo recurrente de la pureza de Dios, de su gloria y verdad. Dios es la fuente de la luz desde el primer capítulo de Génesis hasta la Nueva Jerusalén “no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará” (Apocalipsis 22:5).
Si caminamos con la luz y seguimos la verdad de Dios (1 Juan 1:5-7), no vamos a tropezar y nos vamos a acercar a Dios.
Jesucristo vivió y nos dio un ejemplo de cómo ser esa luz y esa verdad (Juan 1:4-5, 9; 14:6). Debemos acercarnos a Él y seguir sus pisadas (Mateo 11:28-30; 1 Juan 2:6-11).
Si usted desea saber más acerca de la verdad, lo invitamos a ver “¿Qué es la verdad?”. Si usted desea saber más acerca de seguir a Jesucristo, lo invitamos a leer “Cristo en nosotros: ¿cómo vive Él en usted?”.