“Esto es mi sangre… para la remisión de los pecados”
Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.
La intención de Jesús fue que cada año, conforme los cristianos beben esa copita de vino tinto, eso serviría como un recordatorio vívido de que su sangre —su vida— fue derramada por nosotros. Esto sirve para grabar en nuestra mente la realidad del enorme precio que fue necesario pagar para perdonar nuestros pecados —¡la muerte del Hijo de Dios!
Al tomar la Pascua, los cristianos recuerdan cada año el Nuevo Pacto que hicimos con Dios cuando fuimos bautizados. El Nuevo Pacto permite que Dios escriba sus leyes en nuestros corazones, y provee perdón de nuestros pecados y una promesa de vida eterna (Hebreos 8:8-12; 9:15).
Estudie más acerca del pecado y la sangre derramada de Cristo para nuestro perdón en nuestras Creencias Fundamentales “6. El Pecado y la ley de Dios” y “7. El sacrificio de Jesucristo”. Vea también nuestro artículo “Las siete últimas frases de Jesús”.