Fiestas falsas
Entonces instituyó Jeroboam fiestas solemnes en el mes octavo, a los quince días del mes, conforme a la fiesta solemne que se celebraba en Judá; y sacrificó sobre un altar. Así hizo en Betel, ofreciendo sacrificios a los becerros que había hecho. Ordenó también en Betel sacerdotes para los lugares altos que él había fabricado. Sacrificó, pues, sobre el altar que él había inventado de su propio corazón; e hizo fiesta a los hijos de Israel, y subió al altar para quemar incienso.
Debido a los pecados del rey Salomón, Dios había decidido dividir las 12 tribus de Israel en dos naciones. Él prometió 10 de las tribus a Jeroboam, y aun prometió edificarle una dinastía imperecedera si él prestare “oído a todas las cosas que te mandare, y anduvieres en mis caminos, e hicieres lo recto delante de mis ojos” (1 Reyes 11:38).
Pero Jeroboam, tal vez temiendo que las fiestas de Dios y su templo en Jerusalén iban a ser atractivas para la gente y la apartarían de él, decidió crear un sistema falso de adoración. En lugar del templo en Jerusalén él puso becerros de oro y altares en Betel y Dan. En lugar de la Fiesta de los Tabernáculos en el séptimo mes, él estableció una fiesta falsa un mes más tarde. En lugar de los sacerdotes de Dios, él puso sus propios líderes religiosos.
A Dios le desagradó enormemente la religión falsa de Jeroboam. Dios nunca ha dado permiso a la humanidad para ajustar y adaptar sus mandamientos y sus fiestas.
Para más información acerca de los días festivos falsos y los días santos y llenos de significado de Dios, vea nuestro folleto Las fiestas santas de Dios: Él tiene un plan para usted.
