Frutos dignos de arrepentimiento
Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento.
El mensaje de Juan el bautista fue, “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 3:2). Sorpresivamente, este llamado al cambio se volvió popular y las personas de Jerusalén y toda Judea acudían para ser bautizados por él.
Pero cuando algunos líderes religiosos hipócritas fueron para ser bautizados, Juan percibió que realmente no estaban interesados en arrepentirse —en cambiar realmente. Les dijo claramente que con ser descendientes de Abraham no era suficiente. Ellos serían juzgados por sus propias acciones. Ellos necesitaban obras que demostraran sus frutos para demostrar que realmente estaban arrepentidos y querían cambiar.
Juan describió algunos de esos frutos en Lucas 3:10-14. Entre ellos estaban dar a los necesitados, no engañar ni intimidar a las personas y no ser codiciosos. Aquellos que estuvieran obrando mal deberían dejar de hacerlo para demostrar que el deseo de cambiar era real.
Para más información acerca de lo que significa arrepentirse, lo invitamos a ver nuestra sección “Arrepentimiento”.