Justicia definida por la ley de Dios
Hablará mi lengua tus dichos, porque todos tus mandamientos son justicia.
Este versículo es importante porque define la “justicia”. Algunos piensan que la justicia es como una idea vaga de lo recto o bueno. Pero la definición de Dios de justicia es muy específica. Su ley define lo que es recto y bueno.
Puesto de manera simple: Justicia es igual a la ley de Dios.
No debería sorprendernos que lo opuesto de justicia es pecado, lo cual es la transgresión de la ley de Dios (1 Juan 3:4). El carácter de Dios es justicia y ese carácter es definido por su ley. Pecado es injusticia (1 Juan 5:17) porque el pecado transgrede su ley.
La justicia de Dios está basada en el principio del amor. Jesucristo definió el intento espiritual de la ley de Dios en un principio general —amor. Este gran principio tiene dos elementos centrales: amor a Dios y amor al prójimo (Lucas 10:27). El amor, entonces, es la característica central de Dios (1 Juan 4:8) y es definido a través de su ley. Por lo tanto, para que una persona crezca en amor y sea más como Dios, debe guardar la ley de Dios (2 Juan 1:6).
El apóstol Pablo abundó en la grandeza de la ley de Dios al describirla como “santa y justa y buena” y “espiritual” (Romanos 7:12, 14). Entender la profundidad de la justicia de Dios tal como es revelada a través de su ley es una búsqueda de toda una vida.
Otro pasaje para estudiar, que nos muestra la grandeza de la ley de Dios es el Salmo 19:7-11.
Para aprender más acerca de la ley de Dios y cómo ésta conduce al amor verdadero en la vida de una persona, vea “Los Diez Mandamientos y el camino de vida de Dios”.