La medida de mis días
Salmos 39:4
Hazme saber, Eterno, mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; sepa yo cuán frágil soy.
David continúa en el versículo 5: “He aquí, diste a mis días término corto, Y mi edad es como nada delante de ti; Ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. Selah”.
David sabía la importancia que tiene verse a uno mismo desde la perspectiva de Dios. Él quería entender la vida humana comparada con la de Dios —reconocer su propia fragilidad para poder someterse a Dios con humildad y evitar el orgullo. Tener la perspectiva de Dios nos ayuda a pensar más como Dios piensa.
Si desea más información acerca de pensar como Dios, lo invitamos a leer nuestro artículo “Cristo en nosotros: ¿cómo vive Él en usted?”.