La seguridad por la que suspiramos

Salmo 12:5  

Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, ahora me levantaré, dice el Eterno; pondré en salvo al que por ello suspira.

Nuestro Dios misericordioso oye el clamor de los menesterosos y responderá. Él juzgará las palabras altaneras de los inicuos mencionados en los versículos 2-4, y proveerá la seguridad por la que nosotros suspiramos.

Para más información acerca de buscar la misericordia y protección de Dios, vea nuestro artículo “Cómo debemos orar”.

Ask a Question