Llamados a ser reyes y sacerdotes
Y Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los signos de los siglos. Amén.
Jesucristo dio su vida para que nosotros pudiésemos ser perdonados y entonces Él fue resucitado de los muertos. Él regresará pronto y tomará el lugar al que tiene derecho como Rey de Reyes y Señor de Señores sobre los reinos de la Tierra (Apocalipsis 11:15; 19:16). Sus seguidores perdonados están ahora preparándose para ayudarlo cuando eso ocurra. Ésa es la razón por la que Él los está haciendo “reyes y sacerdotes” para ayudar a administrar el gobierno del Reino de Dios sobre la Tierra (Apocalipsis 5:10).
Jesús dejó en claro a sus discípulos que las posiciones de liderazgo son posiciones de servicio, y que su gobierno tiene en mente verdaderamente el bienestar de los gobernados (Mateo 20:25-28). Ser fieles sobre nuestro actual “reino” pequeño puede prepararnos para mayores responsabilidades (Mateo 25:21).
Lea más acerca de las buenas noticias del venidero Reino de Dios en nuestro folleto El Misterio del Reino.
