Lo que el valle de los huesos secos significa para la gran mayoría de la humanidad
Y sabréis que yo soy el Eterno, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío. Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo el Eterno hablé, y lo hice, dice el Eterno.
Hace algunos días hemos venido hablando acerca de la segunda resurrección, la cual está representada en el plan de las fiestas de Dios en el Último Gran Día. Apocalipsis 20:5, 11-12; Mateo 11:23-24; y 12:41-42 habla acerca de algunos aspectos del tiempo del juicio del Gran Trono Blanco.
La visión de Ezequiel del valle de los huesos secos nos da una información adicional y nos muestra específicamente que esa segunda resurrección va a ser una resurrección a la vida física con huesos, tendones, carne, piel y respiración.
Pero además del aliento de vida que Dios les ha dado a todos los seres humanos desde Adán, ¡Dios les va a ofrecer su Espíritu (v. 14)! Sabemos por el sermón que el apóstol Pedro dio en Pentecostés, que Dios sólo le da su Espíritu Santo a aquellos que se arrepienten y son bautizados para el perdón de sus pecados (Hechos 2:38).
Esto confirma que la segunda resurrección no es sólo un tiempo de condenación para aquellos que se rehúsen a arrepentirse, también va a ser una oportunidad para que la inmensa mayoría de las personas se conviertan y se les ofrezca la salvación. El Libro de la Vida se abrirá para que muchos nombres sean escritos en él (Apocalipsis 20:12).
Para más información acerca de la segunda resurrección, lo invitamos a leer: “La segunda resurrección: ¿una segunda oportunidad?”.