Los ojos de los ciegos serán abiertos
Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad. El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos.
La promesa de “los tiempos de la restauración de todas las cosas” (Hechos 3:21) después del regreso de Jesucristo, incluye la sanidad de las discapacidades que han aquejado a la humanidad a través de la historia. Jesucristo dio un anticipo de esto sanando a muchas personas durante su ministerio (Lucas 7:22), pero la sanidad total para todos vendrá después de su segunda venida.
Además de sanar los ojos y los oídos, Dios también promete abrir los ojos y oídos a nivel espiritual para que las personas puedan entender su verdad y su camino de vida (Isaías 29:18).
Isaías después describe la imagen de la restauración de los desiertos con aguas de vida. El comentario de Jamieson, Fausset y Brown da una idea de ese terreno seco: “Más bien, ‘el espejismo (del hebreo, Sharab, el calor del sol) se convertirá en un lago (real)’”.
De nuevo, esta imagen del Milenio que habrá de venir tiene implicaciones tanto físicas como espirituales, “el lugar seco se convertirá en estanque” y “ríos de aguas vivas (el Espíritu Santo) brotarán”.
Para aprender más acerca de la época milenaria que está por venir y los cambios que traerá consigo, lo invitamos a leer “El milenio de 1.000 años” y nuestro folleto El mundo que vendrá.