Mi copa está rebosando
Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Eterno moraré por largos días.
David describe el generoso cuidado de Dios por él como un banquete maravilloso con comida y bebida abundantes. “Típicamente un invitado de honor en el antiguo Oriente Medio era ungido con aceite de oliva que contenía perfumes.… El trato magnánimo del invitado indica el cuidado amoroso de Dios por su pueblo” (Biblia NKJV de estudio, anotación acerca de Salmo 23:5).
David apreció la bondad y misericordia de Dios en esta vida, pero aún más, él anticipó la bendición de morar con Dios por siempre.
Para más información acerca del maravilloso amor y misericordia de Dios, vea nuestros artículos "El Señor es mi Pastor—¡y Anfitrión!", “Dios es amor” y “He confiado en tu misericordia”.