Versiculos Para Meditar

Mi corazón está acongojado

Salmos 38:9-10   

Señor, delante de ti están todos mis deseos, y mi suspiro no te es oculto. Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor, y aun la luz de mis ojos me falta ya.

David abría su corazón delante de Dios en sus oraciones y cánticos. Él sabía que Dios conocía sus necesidades y veía su aflicción. David decía que él necesitaba a Dios, así como necesitaba el agua y el aire. Él sentía que estaba al borde de la muerte.

El Salmo termina con un llamado de David a Dios: “Oh Señor, mi salvación” (v. 22). ¡Dios es nuestra única esperanza!

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