No te desampararé, ni te dejaré
Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
La tendencia natural humana es enfocarse en lo físico. Algunas veces deseamos más dinero y posesiones para disfrutar de ellos, pero en tiempos de preocupación nuestra falta de contentamiento puede ser motivado simplemente por un deseo de seguridad financiera.
Afortunadamente los cristianos pueden buscar en Dios esa seguridad. Este pasaje en Hebreos cita varios pasajes alentadores del Antiguo Testamento. Ambos, Moisés y Dios, alentaron a Josué cuando él asumió una nueva responsabilidad muy difícil (Deuteronomio 31:6, 8; Josué 1:5).
“Nunca te desampararé ni te dejaré”. Esta cita es una de las declaraciones más enfáticas en el Nuevo Testamento. En griego ésta contiene dos negativos dobles, similar a decir en español: ‘Yo nunca, nunca, nunca te abandonaré’” (Biblia de Estudio NKJV de Nelson, comentario acerca de Hebreos 13:5-6).
La segunda cita acerca de la ayuda de Dios que nos permite no temer viene del Salmo 118:6.
Para más escrituras alentadoras, vea nuestro artículo acerca de “Versículos bíblicos alentadores”. Para más información acerca del amor y fidelidad de Dios, vea “El amor de Dios” y “Las promesas de Dios: una esperanza cierta”.