Profecías del escarnecimiento que Cristo sufriría
Todos los que me ven me escarnecen; estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: se encomendó al Eterno; líbrele él; sálvele, puesto que en él se complacía.
Las experiencias propias del rey David de ser pateado cuando él estaba caído proveyeron el material para estas profecías mesiánicas de la burla y escarnecimiento que Jesucristo sufriría. Tenga en cuenta el cumplimiento en pasajes como los siguientes:
“Y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos! Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza” (Mateo 27:29-30).
“Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza, y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz” (Mateo 27:39-40).
“De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían: A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él. Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios” (Mateo 27:41-43).
Para más información acerca del increíble sacrificio de Cristo, vea nuestro artículo titulado “El sacrificio de Jesús”.