Purificada siete veces
Las palabras del Eterno son palabras limpias, como plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces. Tú, Eterno, los guardarás; de esta generación los preservarás para siempre.
David empezó este salmo lamentando la desaparición de la gente piadosa y el incremento de la comunicación malvada. Podemos dar gracias porque finalmente Dios intervendrá.
En este pasaje David contrasta la pureza de la comunicación y promesas de Dios. “La seguridad de los piadosos en última instancia se encuentra en las promesas de Dios. Sus ‘palabras’ son puras (‘perfectas’), refinadas como la plata que ha sido sometida a un proceso de purificación siete veces (cf. 18:30; 119:140). ¡La palabra de Dios está muy por encima de las mentiras, los engaños, la traición, el lenguaje perverso, y las intrigas de los malvados!” (Comentario de la Biblia NIV de Zondervan).
Para más información acerca de cómo crecemos en pureza y santidad, vea nuestro artículo “¿Qué es conversión?”.