¿Quién nos separará?
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Todas las cosas que tememos —las peores dificultades que este mundo y Satanás pueden ocasionarnos— no pueden dañar el poderoso vínculo espiritual que Cristo tiene con sus seguidores. El amor de Dios es seguro no cambia por la influencia de fuerzas externas. Él promete nunca dejarnos o abandonarnos (Hebreos 13:5-6). Sólo nosotros mismos podemos cortar el vínculo si voluntariamente alejamos a Dios de nuestra vida.
Aunque los cristianos deben enfrentar persecución y tribulación en esta vida, las buenas noticias son que más allá de todas estas dificultades vendrá un tiempo de paz y regocijo. Nuestro Dios amoroso enjugará toda lágrima y dará la bienvenida a los cristianos en su familia para siempre (Apocalipsis 21:4, 7).
Para más escrituras inspiradores, vea nuestro artículo acerca de “Versículos inspiradores de la Biblia”.
Aprenda más sobre esta sección de Romanos 8 en nuestro artículo “Más que vencedores.”