Resistirse a la influencia de Satanás ahora
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
Satanás el diablo es el enemigo de Dios y de la humanidad. Él es poderoso, lleno de odio y mortal. Pero Dios no nos desampara. Él nos dice que debemos resistir a Satanás con la fe de que el Dios Todopoderoso Creador nos respalda.
Santiago dice: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones” (Santiago 4:7-8). Sometiéndonos a Dios y acercándonos a Él, tendremos su protección y Satanás no podrá destruirnos.
Pero si nos alejamos de Dios, como un animal solitario que se separa de su manada, seremos presa fácil para Satanás, el león rugiente.
Hasta que Satanás no sea encerrado, como lo ilustra el día de Expiación, debemos estar siempre alerta y conscientes de las engañosas y seductoras tácticas que utiliza. Debemos usar la coraza de Dios para defendernos de los ataques de Satanás.
Para aprender más acerca de cómo pelear contra el pecado en su vida, lo invitamos a leer “Cómo resistir a Satanás, el león rugiente”, “Siete pasos para vencer al pecado” y “El pecado habitual: cómo vencerlo”.