Versiculos Para Meditar

“Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados”

Apocalipsis 18:4   

Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas.

La Babilonia de los tiempos del fin que se describe en Apocalipsis es la culminación de los intentos de la humanidad por quererse gobernar a sí misma alejada de Dios. La historia de Babilonia se remonta hasta la Torre de Babel (Génesis 11), pasando por el Imperio Babilónico de Nabucodonosor que conquistó a Juda, hasta la Babilonia de los tiempos del fin que Juan describe en Apocalipsis.

Esta Babilonia simbólica no está en el Medio Oriente, pero está ligada a Roma (con sus siete colinas —Apocalipsis 17:9) y a su imperio a lo largo de la historia, y también como una religión con un gran misterio (Apocalipsis 17:5).

Dios quiere que su pueblo escape de este sistema de maldad y del castigo que traerá consigo. Este llamado a salir de ese sistema se repite en unas advertencias proféticas hechas por Isaías (52:11) y Jeremías (51:45) anteriormente.

Pablo ahonda más en este tema para que se pueda aplicar a todos los cristianos a través de la historia: “Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré” (2 Corintios 6:17).

El pueblo de Dios no debe transigir con la tentación ni el pecado, aunque vivamos en “el mundo”. Así como Jesús oró antes de ser crucificado: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo” (Juan 17:15-16).

Pero viene un tiempo en el que el pueblo de Dios literalmente va a ser llamado a salir de este sistema babilónico. Para más información acerca de estos acontecimientos de los tiempos del fin que preceden al regreso de Jesucristo, lo invitamos a leer el artículo “Profecía de los tiempos del fin”.