Versiculos Para Meditar

Si alguno tiene sed

Isaías 55:1-2  

A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.

En el perfecto plan de salvación de Dios, cada uno (“cada uno en su debido orden”, 1 Corintios 15:23) va a recibir el llamado para saciar su sed con las aguas vivas. Dios quiere darnos el alimento y la bebida espiritual que nos satisfaga eternamente, y Él le promete al mundo tiempos de refrigerio.

Jesucristo hace énfasis en este llamamiento en Juan 7:37-38: “En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva”.

Las aguas, en plural, expresan abundancia; y más allá de eso, Dios ofrece vino y leche para alegrarnos y nutrirnos. Y también ofrece este alimento y bebida espiritual sin ningún precio, porque realmente no tiene precio. Nada de lo que hagamos puede comprar los dones del perdón, el Espíritu Santo y la vida eterna. Estos son dones gratuitos de parte de Dios por los que debemos estar eternamente agradecidos.

La humanidad está muriendo de sed y hambre espiritual. Paradójicamente, los seres humanos tienden a ignorar los invaluables dones de Dios y buscan la tentadora pero costosa comida chatarra espiritual de este mundo. Las prácticas religiosas falsas pueden sonar bien y “saber” bien, pero Dios dice que no son buenas y realmente no satisfacen.

Dios quiere que tengamos hambre y sed de su camino de justicia (Mateo 5:6), y la Biblia dice que “todos tus mandamientos son justicia” (Salmos 119:172). Para aprender más acerca de este tema, lo invitamos a ver nuestra sección “Diez Mandamientos”.