Si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado
Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.
Previamente cubrimos Romanos 8:14-15, el cual explica que los que son guiados por el Espíritu de Dios son los hijos de Dios. Cuando recibimos el don del Espíritu Santo, marca el comienzo de una nueva vida como un hijo de Dios.
El arrepentimiento muestra nuestro profundo deseo y compromiso de volvernos del camino de pecado y resistirnos a él, ya que como seres humanos es algo natural para nosotros. El bautismo representa la muerte del viejo hombre y el don del Espíritu Santo a través de la imposición de manos, marca el comienzo de una nueva vida espiritual.
Este versículo muestra que todo aquel que no tenga el Espíritu no es de Cristo —aún no es un verdadero cristiano. (Vea nuestro artículo: “¿Cómo saber si usted tiene el Espíritu Santo?”)
Si desea más información acerca de la conversión y cómo Jesucristo vive en un cristiano convertido, vea nuestro artículo titulado “Cristo en nosotros: ¿Cómo vive Él en usted?”.