Versiculos Para Meditar

Toda palabra ociosa

Mateo 12:36   

Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.

Para Dios que todo lo sabe, no es difícil mantener un registro de cada uno de nuestros pecados e incluso de cada palabra. Las palabras mal utilizadas a menudo son pecado —incluyendo las mentiras, las groserías y palabras de odio, lascivia e irrespeto.

No pensar antes de hablar también puede ser pecado, ya que puede reflejar “el mal tesoro” de nuestros corazones (v. 35).

La solución es arrepentirse de las palabras ociosas que hemos dicho en el pasado y buscar la ayuda de Dios para cambiar nuestros corazones —llenarlos en abundancia con palabras buenas. El rey David oró, y nosotros también deberíamos hacerlo: “Pon guarda a mi boca, oh Eterno; Guarda la puerta de mis labios” (Salmos 141:3).

Si desea más información acerca del uso correcto e incorrecto de las palabras, lo invitamos a ver nuestra sección “Los beneficios y desafíos de la comunicación” incluyendo “¡No lo diga!”.