Un diezmo de todo

Génesis 14:20  

Y le dio Abram los diezmos de todo.

Ésta es la primera vez que la palabra diezmo es usada en la Biblia. La palabra hebrea para diezmo es ma’aser, la cual significa simplemente “una décima parte” (Lexicón Hebreo de Brown-Driver-Briggs). Así, diezmar es dar un décimo (o 10 por ciento). En la sociedad agraria del antiguo Israel, el diezmo se basaba en todo el producto del grano que rendía el campo cada año (Deuteronomio 14:22). En la actualidad, ya que el intercambio económico es principalmente llevado a cabo por medio del dinero, la práctica del diezmo se realiza cuando se da una décima parte de nuestro ingreso monetario.

Esta práctica fue más tarde codificada como una ley en Levítico 27:30 y Números 18:21. Este fue el sistema que Dios estableció para financiar su obra en la tierra. En el Antiguo Testamento, esa obra consistía en los deberes religiosos y sacrificiales desempeñados por los sacerdotes levitas en la nación de Israel.

Note usted que en Levítico 27:30 se hace referencia al diezmo como “del Eterno es; es cosa dedicada al Eterno”. “Dedicada o santa” significa apartada para un uso sagrado, y así el diezmo realmente le pertenece a Dios. Él es dueño de todos los diezmos.

Pero la Biblia revela que diezmar es mucho más que tan sólo un “impuesto fijo” para financiar las funciones religiosas de una nación antigua. El libro de Malaquías revela que diezmar es un principio espiritual más profundo y es una parte de la relación y responsabilidad de una persona hacia Dios.

Dios le dijo al pueblo del tiempo de Malaquías que ellos le habían robado, y la respuesta de ellos fue: “¿En qué te hemos robado?” Dios les contestó que ellos le habían robado en diezmos y ofrendas. “Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto… si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” (Malaquías 3:8-10, énfasis agregado).

Diezmar es una forma de adorar al Dios verdadero. No diezmar de los ingresos de uno es equivalente a robarle a Dios. Dios promete bendecir a una persona por diezmar fielmente.

En Mateo 23:23, Jesucristo hizo énfasis en el diezmo cuando dijo que era algo que un cristiano “debe” hacer. En la actualidad, la obra de Dios no se lleva a cabo por sacerdotes levitas, sino por los ministros de Jesucristo. La obra de Dios es financiada a través de los diezmos (1 Corintios 9:13-14).

Diezmar es una ley de Dios que ilustra la forma en que Dios espera que su pueblo viva, una vida basada en el principio de dar (2 Corintios 9:7).

Para aprender más acerca de la ley del diezmo, lea nuestro artículo “Diezmar: ¿qué es?

Ask a Question